Mientras que en otras prisiones del mundo –cof, cof, México, cof, cof- los motines en que corre la sangre y violencia están a la orden del día, en Inglaterra las preocupaciones que tienen los guardias respecto a sus prisioneros más “rebeldes” es si éstos toman los cuidados debidos a la hora de intentar fugarse… o nomás asolearse.
Las autoridades de la prisión de Dartmoor, en el condado de Devon, quedaron en alerta al notar que dos de sus reos lograron subir hasta la azotea de sus instalaciones; pero con eso de que están pegando duro los rayos UV, además de intentar negociar su descenso –suponemos que lo hicieron-, ofrecieron a la pareja un poco de bloqueador solar.
Aunque para John Hancock de la Asociación de Funcionarios de Prisiones del Sureste la oferta fue ridícula, el Ministerio de Justicia señaló que el proteger el cutis de los reos estuvo dentro de las líneas establecidas por las normas de salud y seguridad.
“Sólo va a animar a otros reclusos a subir a los techos y esperar crema solar y, posiblemente, bebidas frías y helados”, crítico Hancock, “en primer lugar ni deberían haber estado ahí”, rezongó.
Aunque no se sabe qué motivó a los reos a subir a la azotea de la prisión –esto el 19 de junio pasado-, el Ministerio de Justicia informó que el incidente se resolvió con éxito mediante la negociación y ninguno de los presos resultó herido, aunque sí con un magnífico bronceado.
Quizás sólo subieron para gozar del paisaje, después de todo, la prisión construida a inicios del siglo XIX ha de tener una vista maravillosa. Por cierto, así de grande como la ven, sólo da cabida a 659 prisioneros.