No hace falta decir que el ejercito mexicano no la debe estar pasando muy bien en estos momentos, especialmente con todos los descubrimientos tanto en el caso Tlatlaya como por los desaparecidos normalistas de Ayotzinapa y estos son solo un par de ejemplos de la ineficacia de nuestras fuerzas armadas.
Para empeorar la situación ahora ha salido a la luz que tampoco la hacen mucho en las pruebas de confianza que son evaluaciones que consisten en estudios psicológicos, socioeconómicos y de polígrafo y que también se aplican a policías.
Y es que en los últimos diez años, de 10 militares que lo han aplicado para asumir cargos más altos en la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), 3 lo han reprobado.
Estas pruebas fueron instituidas durante el sexenio de Felipe Calderón en un intento de limpiar a las fuerzas que están estaban corroídas por la corrupción, ineficiencia y falta de recursos.
Desde que se empezaron a aplicar para la milicia en Diciembre de 2004, 30 mil 152 efectivos han tomado la evaluación y 10 mil uno han reprobado, lo que supone un 32,7% de los evaluados, según un informe de Defensa obtenido gracias a la ley de transparencia.
Cabe mencionar que estas estadísticas no representan a todo el personal militar, sino a los mandos más altos y a los que buscan un ascenso, lo cual no hace que esto no sea preocupante.