El jueves 9 de mayo se realizó la primera fecha de Jueves de Rock en el Blanca, una serie de conciertos cuyo objetivo principal es abrir más espacios para que las bandas nacionales de rock toquen en la Ciudad de México.
Los encargados de inaugurar los Jueves de Rock en el Blanca fueron De Nalgas, Los Infierno y Molotov. Los tres grupos dieron lo mejor y prendieron al público que llenó el Teatro Blanquita, llegando desde temprano a pesar de que la triple presentación comenzaba hasta las 20:30 horas.
A las afueras del Teatro, era fácil encontrarse a muchos revendedores y a personas tratando de conseguir un boleto para poder entrar al concierto, ya que estaban agotados. Ya adentro del inmueble, los lugares se ocupaban rápidamente mientras que la gente no dejaba de llegar.
Alrededor de las 20:30 horas, la mayoría de los asistentes ya estaban acomodados en sus asientos cuando una voz anunciaba “tercera llamada, principiamos”, anuncio que fue seguido por los riffs veloces y los tamborazos despiadados de De Nalgas, banda encargada de iniciar con el rock. La joven agrupación punk se apoderó del escenario con su actitud desfachatada y canciones honestas en las que comparten su opinión sobre la sociedad y el gobierno de nuestro país, de una manera muy divertida.
De Nalgas tocó cerca de media hora, durante la cual sobresalieron temas como “En los Pinos”, “I.V.A México”, “Niño sicario” y “Presidente pendejo”, con la que cerraron su actuación, no sin antes dedicarle algunos bonitos pensamientos al Presidente de México.
Sólo pasaron 20 minutos después del show ofrecido por De Nalgas y se apagaron las luces del lugar para darle paso a la segunda banda de la noche, Los Infierno, que abrieron con “Cavernícola”, para seguir con “Salvaje”, “Bienvenido al infierno”, “Soy el rock n’ roll”, “Nada que perder” y otras canciones.
Los Infierno se la pasaron muy bien durante su intervención. El cantante del grupo estuvo saltando por todo el escenario, saludó a los y las presentes en más de una ocasión, mandó besos y al final se bajó a convivir más de cerca con el público, para después juntarse con sus compañeros y agradecer por los aplausos que les brindaban.
Los relojes marcaban las 22:15 horas y el público ya estaba de pie, esperando por la llegada de Molotov. Justo en ese momento, Micky, Tito, Paco y Randy iniciaron su presentación al ritmo de “Noko”. Posteriormente, la música continuó con algunas canciones nuevas que posiblemente estarán en el próximo álbum de la banda, como “Santo niño de atocha”, y otras ya conocidas, entre las cuales sonaron “Chinga tu madre”, “Here We Kum”, “Voto latino” y “Parásito”.
Los cuatro músicos también aprovecharon para hacer bromas y todo tipo de comentarios, mostrar su apoyo a los Pumas de la UNAM (su equipo favorito) e interactuar con sus fans: cosas que son muy comúnes en sus conciertos.
A la mitad de la presentación, Paco ocupó la batería en dos temas, “Blame Me” -en el que aparecían y desaparecían de sorpresa algunos coristas en determinados momentos, lo cual fue algo que resultó bastante divertido- y “Gimme tha Power”, luego le cedió el lugar a Micky en “Frijolero” y después Randy volvió a su posición.
La velada seguía avanzando y llegó el momento de escuchar “Marciano” dos veces, la primera en su versión normal y la segunda con más potencia y velocidad. Después de “Más vale cholo”, “Dance and Dense Denso” y “Mátate teté”, se vivió un gran momento cuando los molochos interpretaron “Puto”, tema en el que los integrantes de Los Infierno y De Nalgas se les unieron en el escenario para armar una fiesta en la que todos cantaron y saltaron, contagiando de pura buena vibra a los presentes.
Parecía que el concierto ya se había terminado, pero no fue así, Molotov regresó rápidamente para deleitar a todos con “Rastamandita” y más música. Después de 3 horas de mucho rock, el show se acabó.
La primera noche de los Jueves de Rock en el Blanca fue un éxito rotundo. Ahora habrá que esperar para saber cómo se ponen sus demás conciertos, el próximo se realizará el jueves 16 de mayo y tocarán División Minúscula, Ruido Rosa y Apolo.