Al momento de hacer un documental sobre la creación, propagación y difusión de una emblemática banda de música, es necesario repasar el contexto histórico que rodeó el nacimiento de esta.
Sin olvidar que no habría el Bob Dylan de hoy en día si no fuera por todas manifestaciones culturales de Estados Unidos en la década de los sesentas, o la existencia de the Sex Pistols sin la angustia de las clases bajas británicas a principios de los setentas, Molotov nació en la década de los noventas producto de una generación llena de repudio a la dictadura del PRI y al gobierno de Ernesto Zedillo.
Olallo Rubio, conocida figura pública y ex-locutor de Radioactivo, es el encargado de relatar un poco los antecedentes de la generación de los noventas, esa generación que vió el levantamiento del ejército zapatista, los fraudes de Salinas, la muerte de Colosio y el derrocamiento del PRI con la llegada de Vicente Fox en el año 2000.
Es esencial entender que Molotov nunca vivió bajo ninguna postura política directa, su odio era general y su mensaje se enfocaba en derrochar el sentimiento de ese marco generacional. Rubio entrevista a varias figuras intelectuales de esa época, destacando a Juan Villoro y al periodista Javier Solórzano, cuyo conocimiento de la historia hasta el punto donde nace la banda, los hacen esenciales durante el filme.
Cuando Tito, Micky, Randy y Paco llegan a la pantalla, el relato de su génesis al día de hoy es fácil y rápido, la cinta no se enfoca tanto en el ámbito personal, sino en el impacto inmediato en la cultura y pensamiento de ese marco de tiempo.
Por supuesto, el mensaje político dentro del filme no podría desprenderse de lo que se vive hoy en día, a menos de dos meses de la elecciones. Se remonta a la decepción que causó Vicente Fox durante su mandato, se habla un poco sobre el fraude electoral del 2006 y más que nada, nos muestra nuestra falta de una bomba molotov, de un grupo, pensamiento o movimiento en dónde se pueda expresar completamente nuestros enojos, frustraciones que hemos venido acarreando desde décadas.
Gimme the Power es un filme que debe ser visto. El enojo de Molotov y su generación es transmitido al público del filme, y en torno a tantas marchas, agregado al descontento ante Enrique Peña Nieto y el posible regreso del PRI, sólo nos queda aceptar este enojo y hacerlo nuestro.
El día de hoy al 7 de Junio, la cinta se estará presentando en:
Cinemark: Lindavista, Reforma, Lomas Verdes, Plaza Oriente, CNA, Tlahuac, Pericoapa, Polanco.
Cinépolis: Ajusco, Azcapotzalco, Power Center, Diana, Ecatepec, Galerías Atizapan, Gran Patio Texcoco, Interlomas, La Cúspide, Luna Parc, Miramontes, Multiplaza Arboledas, Neza Jardín Carso, Neza Norte, Nazahualcoyotl, Paseo Acoxpa, Perisur, Plaza Aeropuerto, Plaza Aragón, Plaza Central, Plaza Ermita Iztapalapa, Plaza Satélite, Portal Churubusco, Sendero Ixtapaluca, Tecamac, Torres Lindavista, Universidad, Zumpango, Galerías Metepec, Sendero Toluca, Cuatula, Galerías Cuernavaca.
Cinemex: Ciudad Azteca, Telmex, Chalco, Cortijo, Cuauhtemoc, Cuautla, Galerías, Gran Sur, Iztapaluca, Izacalli, Iztapalapa, Jacarandas Cuernavaca, La Joya, Lerma, Metepec, Mundo E, Parque Delta, Prado Coapa, Puerta Texcoco, Toluca, Universidad y WTC.
Y acá una entrevista con Olallo.
