Settle, nuestro disco número 1 del 2013, no lo nombramos así por casualidad. El primer concierto de Disclosure se vendió y agotó desde septiembre del año pasado, sabíamos lo que significaba y que iba a ser sin problemas uno de los mejores conciertos del año al segundo mes. No nos equivocamos en colocarlo en ese lugar.

A pesar de las indicaciones de los organizadores del evento respecto a no llegar a formarse afuera del José Cuervo Salón con tanta anticipación, decenas de personas comenzaron a llegar al recinto a partir de las 16:00 horas para asegurar un buen lugar en uno de los conciertos que estaban esperando desde hace 5 meses.

Camisas de tirantes, shorts extremadamente cortos, camisas con cuatro botones abiertos, espantosas gorras de “YOLO” y “Sorry Mom” que sobraron de Calvin Harris, y demás figuras se veían desfilar por el lugar, mucha gente que esperaba ver por fin a Disclosure en vivo empezó a llenar desde las 20:00 horas el José Cuervo.

Mientras la gente llegaba y se amontonaba en las diversas barras de bebida, el DJ Ezekiel Martines salió al escenario para distraer a todos los presentes con algunas mezclas y beats que sonaron hasta poco antes de las 22:30 horas, tiempo en el que el dúo británico tenía programado subir a la tarima.

Con puntualidad inglesa, Guy y Howard Lawrence tomaron el escenario (a las 22:30 en punto) mientras algunas psicodélicas animaciones adornaban las pantallas de fondo y la gente gritaba a todo pulmón.

Para placer de toda la gente que solamente estaba esperando los éxitos del dúo, los primeros temas que interpretó Disclosure fueron “F for You” y “When a Fire Starts to Burn”, mismos que hicieron que toda la gente se alocara y que varios vasos empezaran a caer desde la zona VIP (sí, algunos todavía medio llenos). Para desesperación del resto, fue como meter un pavo sin precalentar el horno, de pronto ya estábamos sumergidos en el mar de gente bailando lo más fuerte que planeábamos cuando apenas iban 5 minutos.

Guy y Howard acompañados de sus computadoras portátiles, máquinas de sonido y ocasionalmente su bajo, comenzaron a demostrar canción por canción la razón por la que se han vuelto todo un éxito mundial y la gran destreza que tienen para interpretar en vivo temas como “Grab Her”, “White Noise” y “You & Me”.

“Hello Mexico, we are Disclosure… we are finally here!”

Conforme pasaba la noche, cientos de personas seguían bailando y disfrutando del show, mientras muchas otras comenzaron a convertir el José Cuervo en todo un antro con las mismas figuras que antes desfilaron por el venue pero ahora transofrmadas por el sudor, el calor, y el alcohol que no podían parar de tomarse fotos y que se retaban a echarse de fondo sus bebidas… todo esto mientras Disclosure seguía dando lo mejor que tenían. Ese par de veces en que llegaban a soltar un sampleo con medio segundo de retraso hacían que sintiéramos más real la interacción y no como un par de DJs sin conectar sus aparatos.

Algunas personas ya se acercaban a la salida, cuando el dúo, sorprendido por la increíble reacción de sus fans mexicanos, dejó sonar los beats de “Help Me Lose My Mind” logrando así que toooodo el mundo dejara a un lado lo que estaba haciendo para volver a enfocarse en Guy y Howard en el escenario. ¿Lo increíblemente sorprendente? to-dos se la sabían, to-dos. El público cantaba gritando la letra no menos fuerte que otras más conocidas. Sin duda pero sin advertencia llegó con esto el momento espectacular de la noche, al terminar la canción, con el escenario a medio iluminar y la cara de Disclosure en las pantallas, se escuchó ese sampleo que en “Latch” canta ‘Ne-ver’ para emocionar a la gente de una manera que hace mucho no se veía en un concierto del tipo. La gente, sin exagerar, se volvió loca y comenzó a gritar al escenario, los hermanos se llevaban las manos a las orejas, los gritos eran ensordecedores y catárticos, te unías a ellos para dejar de sentir dolor en los oídos, y no hubo más, ni un solo aplauso, sólo cientos de voces llamando la atención de los músicos, demostrándoles cuánto bien les habían hecho esa noche.

Dejaron sonar “Latch” y fue un cierre perfecto. Con un set completo y un excelente sabor de boca, Disclosure se despidió del público y dejó a todos con la impresión de que no tardarán en volver a México para tener varios conciertos más. Podríamos apostar.

Reseña: Rubén Partida (@RubenNSons)
Fotos: Diego Figueroa (@halofive)

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