¿Cuál es la mejor manera de apilar frutas redondas? Si se lo preguntas a la señora de los jugos o al don de la frutería, seguramente te van a contestar que apilarlas a manera de pirámide es la mejor opción. Aunque pareciera algo lógico y hasta tonto, Johannes Kepler, quien es uno de los científicos más importantes de la historia, estableció que la mejor manera en que pueden conjuntarse los objetos redondos es la forma piramidal. Sin embargo, nunca se había podido comprobar matemáticamente que esta afirmación era completamente cierta.
El 9 de agosto de 2014, a 403 años de la formulación de la llamada conjetura de Kepler (1611), por fin se han podido realizar el 100% de los cálculos necesarios para comprobar que la teoría del alemán era cierta. El culpable de que esta conjetura hoy tenga el sello de verdad científica y no sólo empírica es Thomas Hales, quien desde finales de la década de los 90 se dedicó a la realización de cientos de ejercicios y operaciones en los cuales había logrado una certeza del 99%, según los expertos que han revisado sus trabajos anteriores.
Debido a que el 99% no le servía para demostrar que Kepler estaba completamente en lo cierto, desde el 2003, Hales echó a andar un proyecto llamado ‘Flyspeck’ que consiste en un software especial que realizaría todos los cálculos adicionales y revisiones requeridas para comprobar que su estudio estaba al cien en lo cierto. En palabras de Hale, “esta tecnología excluye a los árbitros matemáticos del proceso de verificación. Su opinión sobre la corrección de las pruebas ya no importa más”.
‘Flyspeck’ no encontró ni un solo error y hoy está comprobado que la mejor manera de juntar objetos esféricos para conseguir que su densidad sea la más estable es haciéndolo en forma de pirámide.
Un pequeño paso para la ciencia, pero un gran paso para los tianguistas y fruteros.