Se vive un momento histórico en Guatemala; se le ha quitado la inmunidad al presidente Otto Pérez Molina, por lo que ahora la justicia lo puede procesar por todas las acusaciones en su contra. Esta decisión fue tomada por El Congreso de Guatemala con 132 votos a favor y ningún voto en contra. Para que fuera aprobado, se necesitaba el apoyo de por lo menos dos terceras partes, es decir 105 votos.
Y para confirmar que el asunto va en serio, un juez ya ordenó su arraigo, esto para impedir que Pérez Molina salga del país. La decisión judicial fue informada en rueda de prensa por la fiscal general, Thelma Aldana: “Cómo fiscal puedo tomar acciones y creo que el arraigo es una medida precautoria”, justificó.
“Guatemala está dando muestras de que nadie es superior de la ley [cof, México, cof] y en consecuencia es un mensaje para todos los funcionarios públicos actuales y futuros de que nuestra actuación debe sujetarse a la Constitución”.
Según explicó la fiscal, lo que podría a corto plazo seguir es una solicitud para que el presidente guatemalteco se presente a declarar ante un juez… o bien, una posible orden de aprehensión. Recordemos que la semana pasada la ex vicepresidenta, Roxana Baldetti, fue aprehendida y ahora se encuentra en prisión preventiva. “El Presidente está consciente del nuevo escenario, que no era el más deseado pero era muy probable”, comentó al respecto el vocero presidencial, Jorge Ortega.
El curso que el polémico caso está tomando ha sido más que bien recibido por los guatemaltecos, quienes al enterarse de la decisión del Congreso de quitar inmunidad a su presidente, salieron a las calles. Enfrente del recinto legislativo y de Palacio Nacional, cientos de personas celebraron: “¡Sí se pudo!”, “¡Otto, te vas a ir al bote!”