El día de hoy Ricky Wilson llegaría a los 62 años de edad. No podemos más que imaginar la música que estaría haciendo hoy en día, experimentando con nuevas formas de tocar la guitarra, las colaboraciones en las que participaría. Hoy recordamos a este innovador músico que nos trajo tantos momentos de felicidad.
En 1976 dos hermanos Ricky y Cindy Wilson se unieron para darle vida a una de las bandas más divertidas y radicales de la finales de la década. Se hicieron llamar The B-52’s, extraño nombre si pensamos que se trata de un avión de guerra, un bombardero específicamente, pero también hacía referencia a un peinado abultado que usaban las chicas entonces, mismo que era muy similar a la “nariz” de dicha aeronave.
La música del grupo distaba mucho de ser depresiva o agresiva, por el contrario, estaba más centrada en la fiesta, el baile, el humor y el sarcasmo, armas con las que llegaron a bombardear las ondas radiales. Justamente el grupo se integró cuando los cinco integrantes estaban en un restaurante chino y brindaron con un flaming volcano, su primer show fue en una fiesta de San Valentín en casa de unos amigos.
Ricky fue un elemento central para definir el sonido de la banda. Influenciado por The Mamas and the Papas, Esquerita y el sonido del Surf y Garage, se le ocurrió tocar con sólo cuatro cuerdas, quitando las dos de en medio en su guitarra Mosrite modificada (la marca elegida por los guitarristas de Surf para entonces y también predilecta de Johnny Ramone) . Además afinó sus cuerdas en forma de “acorde abierto” para lograr un sonido único. Lo escribimos entre comillas porque Ricky en realidad no tenía una idea de lo que estaba haciendo, él simplemente afinaba las cuatro cuerdas hasta que escuchaba algo que le gustaba, y jamás hacía apuntes, por lo que no tenía tenía forma de saber qué acordes que estaba creando.
Los B-52’s tomaron los elementos transgresores del Punk y los canalizaron através del baile en un empaque de Post-Punk/NewWave. Los resultados de la originalidad de la música de Ricky y los B-52’s fueron evidentes con su primer álbum, el cual se catapultó inmediatamente a los primeros lugares de las listas. Fue tal su impacto, que John Lennon se vio motivado a salir de su exilio voluntario y comenzar a hacer música de nuevo, consideraba que “por fin” los B-52’s habían agarrado la onda de lo que él había estado intentando hacer con Yoko Ono.
“Rock Lobster” fue la canción que explotó con gran fuerza y hoy se mantiene en el setlist de cualquier buena fiesta que se digne de serlo 36 años después de su aparición.
“Acabo de escribir la canción más estúpida que se puedan imaginar”, así fue como Ricky le presentó la canción a sus compañeros de banda, quienes de inmediatamente se conectaron con lo que estaban escuchando y el trío de cabezas cantantes, Fred Schneider, Cindy Wilson y Kate Pierson, integraron la letra de demencial fantasía submarina que daría vida a un tema único y que los colocaría para siempre dentro de la historia del Rock . Cabe mencionar que el grupo nunca contó con un bajista permanente, Kate por momentos emulaba el instrumento con los teclados, lo tocaba en el estudio o también tocaba la guitarra. La afinación de Ricky muchas veces hacía la función del bajo (como el que suena por ejemplo en “Planet Claire” con su línea “prestada” de “Peter Gunn” de Henry Mancini)
Las canciones y forma de tocar de Ricky se fueron tornando cada vez más extrañas. Para su siguiente álbum Wild Planet, teníamos piezas como “Private Idaho”, “Give Me Back My Man” y “Party Out of Bounds”. Pese a sus destrezas, Ricky jamás hizo proyectos aparte de la banda. La única colaboración que hizo en su vida fue para el disco solista del líder de Television, Tom Verlaine, en el track “Breakin’ In My Heart”.
Desafortunadamente en 1983, mientras grababan su tercer álbum, Whammy!, Ricky se enteró que padecía el aún poco conocido Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) el cual comenzó a mermar su salud. A pesar de ello, decidió continuar trabajando sin decirle a sus compañeros de banda que estaba enfermo.
En 1985 Ricky falleció de SIDA, un mes después de haber lanzado su cuarto álbum Bouncing off the Satellites. Nadie supo de su enfermedad, ni sus amigos ni su familia, sino hasta sus últimos días, puesto que Ricky no quería preocupar a nadie.
El grupo casi enfrentó su final, la muerte de su guitarrista fue un golpe desvastador, especialmente para Cindy quien no podía concebir continuar con la banda sin su hermano. Sin embargo, luego de dos años de descanso, el grupo decidió retomar el camino y regresaron con gran éxito con el álbum Cosmic Thing. La banda sigue tocando hasta nuestros días, aunque con un estilo muy diferente al de sus primeros álbumes.
Ricky Wilson aunque nunca figura en las listas de los mejores guitarristas del mundo, siempre será recordado como un innovador y un tipo que quiso hacer las cosas de manera diferente, esos son quienes dejan huella en el mundo. Los premios y menciones salen sobrando cuando tu legado permanece en el alma de la gente.