Algo no marchó bien en el proyecto para resarcir los daños por el ecocidio en Río Sonora y Bacanuchi, pues el Fideicomiso Río Sonora (FRS) destinó 184 millones 954 mil pesos en la compra de tres mil contenedores de agua, mientras la ayuda para los afectados por la contaminación en estos ríos ha sido apenas de siete millones 805 mil pesos.

Se supone que el FRS fue creado como el único medio para pagar los daños que ocasionó el derrame de químicos de Buenavista del Cobre, filial de la empresa Grupo México.

Sin embargo, los comités de cuenca del Río Sonora, con el asesoramiento de Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (Poder), dieron a conocer que el FRS hizo otros gastos que no han sido destinados precisamente a la población afectada.

Inconsistencias en el fideicomiso

De acuerdo con el grupo, el FRS ha gastado más de 184 millones de pesos en la compra de tinacos —uno de los beneficiarios fue Rotoplas, propiedad de Carlos Rojas Mota Velasco, primo hermano de Germán Larrea Mota, dueño de Grupo México—.

Además, el Colegio de Ingenieros Ambientales de México, A.C, fundado después del derrame —y que nació de la propuesta de Rodolfo Lacy Tamayo, presidente del Comité Técnico del FRS— ha recibido 28 millones 614 mil pesos.

Mientras que Rotoplas se llevó 5 millones 502 mil pesos.

En este contexto, los afectados por los daños ambientales en la zona han exigido a Grupo México que sea responsable del ecocidio y sus consecuencias —el agua de los ríos Sonora y Bacanuchi no sirve ya para el consumo humano y tampoco para actividades productivas—.

Las exigencias de la población

Y es que habitantes de Arizpe, Banámichi, Huépac, Aconchi, San Felipe, Baviácora, Ures y Hermsillo—afectados por el derrame de aproximadamente 40 mil metros cúbicos de solución de sulfato de cobre en Río Sonora— han exigido que Grupo México se ponga las pilas y pague por los daños ambientales y también la salud de la población.

Aunque el FRS se encuentra trabajando en este tema, sólo se ha dado el 10% del dinero para atender y dar seguimiento médico a los afectados —o sea, siete millones 805 mil pesos—.

Mientras que el 90% restante se ha gastado en la construcción de la Uveas (Unidad de Vigilancia Ecológica y Ambiental), que debió ser inaugurada en 2015.

De acuerdo con el director de Poder, Benjamín Cokelet, la compra de los tinacos es  una “muestra de cinismo“, ya que se ha gastado el 61% del fideicomiso —231 millones 367 mil 946 pesos— de un total de dos mil millones.

Sonora y Bacánuchi Grupo México
Foto: Cuartoscuro

Y, ¿lo demás? Ha quedado congelado sin que los daños sanitarios, ambientales o económicos sean solucionados.

Lo anterior resulta ser un hecho preocupante si tomamos en cuenta que, de acuerdo con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), al menos 360 habitantes de la zona presentaron altas concentraciones de metales pesados en sus organismos.

Río Sonora y Bacánuchi

Este ha sido uno de los desastres ecológicos más preocupantes que sucedieron en el sexenio de Enrique Peña Nieto:

El 6 de agosto de 2014, la mina Buenavista del Cobre derramó 40 mil metros cúbicos de sulfato de cobre y metales pesados en el arroyo Tinajas, que desemboca en Río Sonora, lo que impactó de manera negativa el ecosistema de la zona, afectó a alrededor de 22 mil personas, al ganado al cultivo y afectó de manera indirecta a 250 mil personas.

Hasta el momento, se ha registrado contaminación por arsénico y manganeso en niveles superiores a los estipulados en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) —a pesar de los trabajos de limpieza, reparación y compensación—.

En 2015, Grupo México y su filial fueron multados con 23.5 millones de pesos, por el derrame de ácido en Río Sonora. Sin embargo, a cuatro años del derrame, las quejas de los habitantes continúan, así como la petición para que este desastre no quede impune.

**Foto de portada: Cuartoscuro.

**Con información de La Jornada, Excélsior y The Huffington Post.

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Hola, soy Lucy Sanabria. Desde 2018 redacto y reporteo para Sopitas.com, con especial entusiasmo en temas de derechos humanos y LGBT+. En 2021 fui parte de la generación de la beca de Periodismo Incluyente...

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