El pasado 6 de agosto de 2014, hace más de 6 años, la empresa minera Buenavista del Cobre de Grupo México vertió 40 mil metros cúbicos de químicos peligrosos al afluente del río Bacanuchi y Sonora, en el estado de Sonora.
El pasado 11 de noviembre, el titular de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), José Alonso Novelo, envió un oficio a los Comités de Cuenca Río Sonora, organización de personas afectadas por este derrame, en el que explicaba que después de 3 muestreos realizados en 2020 se encontró que el agua de consumo humano en 7 municipios por los que pasa el Río Sonora sigue contaminada.
¿Contaminada con qué? Resulta que encontraron metales pesados, principalmente arsénico y plomo, por arriba de los niveles permitidos para el agua potable, situación que Cofepris reconoce “es un riesgo para la salud de la población”.
La organización de la sociedad civil Poder, misma que ha dado seguimiento al caso en conjunto con los Comités de Cuenta del Río Sonora, denuncia que a pesar de que las autoridades ya deberían haber alertado a la población sobre los riesgos de tomar esa agua, clausurado los pozos contaminados para reubicarlos, instalado potabilizadoras que filtren los metales e investigado el origen de la contaminación, nada de eso ha pasado.
¿Qué ha pasado con el río?
Como lo mencionamos anteriormente, hace 6 años una empresa minera de Grupo México (responsabilidad reconocida por la Profepa) derramó miles de litros de químicos peligrosos al Río Sonora y, de acuerdo con Poder, la remediación sigue pendiente.
El asunto en que esta misma carta de la Cofepris, se especifica que el abastecimiento y potabilización del agua de uso y consumo humano es “atribución de los municipios” por lo que solo se notificó a los responsables de los sistemas de abastecimiento de los municipios correspondientes para que “lleven a cabo las acciones necesarias en el marco de sus atribuciones” para que esta agua no represente un riesgo a la salud de la población.
El asunto es que ya pasaron 6 años y la población de esos municipios continúa consumiendo esa agua contaminada.
Pueblos piden ayuda
El pasado 16 de octubre, los Comités de Cuenca Río Sonora enviaron una carta al subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, denunciando que en 6 años las personas que viven en estos municipios no saben el origen de las enfermedades que se presentan cada vez con mayor frecuencia.
“Buscamos compromisos: que las autoridades nos informen oportunamente los hallazgos de sus muestreos, monitoreos e investigaciones, y que nos permitan participar en cualquier plan que se vaya a implementar para atender los graves problemas que nos afectan”, se lee en el texto.
Afirman que a pesar de que el gobierno anterior ocultó información de los niveles de contaminación en el rió para seguir enriqueciendo a las empresas, este gobierno sigue sin hacer justicia y cada vez que piden información y acciones solo reciben largas.
Explican que los planes de remediación original, mismos que estaban propuestos en el 2014, solo incluían potabilizadoras que separaban metales pesados pero que estaban financiados por un Fideicomiso privado “que sólo sirvió para dividirnos como comunidad, dejando un río igual de contaminado”. Señalan que esas plantas siguen ahí pero que no funcionan.
“Le pedimos amablemente, Dr. López-Gatell, que gestione la devolución de nuestra tranquilidad. En el río Sonora no tenemos apellidos elegantes, de esos que a veces suenan en las mañaneras, pero sí tenemos familias que sufren todos los días por un desastre acontecido hace seis años”, denuncian.
