Carlos Romero Deschamps es, sin duda alguna, uno de los personajes más escandalosos del panorama político nacional. Y eso es mucho decir. El senador priista y líder del sindicato petrolero ha sido señalado por —presuntamente— desviar 500 millones de pesos del sindicato para financiar la campaña de Francisco Labastida, candidato presidencial del PRI en 2000, llevar un estilo de vida ostentoso y repleto de lujos. Aquel infame episodio fue conocido popularmente como el Pemexgate. El diario Reforma, en 2008, reveló la existencia de un departamento y un yate que el político priista tenía en Cancún, Quintana Roo, y cuyo valor rondaban los tres millones de dólares.  Ese mismo año, el periódico también informó sobre un reloj de 18 quilates propiedad de Romero Deschamps con un precio estimado de 400 mil dólares.

Se podrá decir lo que sea del líder sindical, pero lo que queda más que claro es que su familia es muy importante para él y trata de procurarla. Así lo dejan de ver las numerosas fotografías en las  que Paulina, una de sus hijas, presumía en redes sociales: exclusivos viajes alrededor del mundo, sus paseos en yate, sus costosas bolsas de diseñador —a las cuales llamaba jocosamente sus “bolsas del Superama”— y su lifestyle de celebridad. En 2013 se dio a conocer que el senador Romero Deschamps le había obsequiado un Enzo Ferrari, con valor de 2 millones de dólares, a su hijo José Carlos. La generosidad del líder petrolero es tal que, aunque no haya algún lazo consanguíneo, trata de dar y dar y dar. Ese es el caso de don Arturo, chofer del senador priista, que fue cachado por Reforma apostando fuerte a los caballos. En una sola sentada, el acaudalado conductor apostó 30 mil pesos. Y se jugó la suerte simultáneamente en el Hipódromo de las Américas y en hipódromos estadounidenses.

En abril de 2015, cacharon al legislador echándole una ojeadita a un catálogo de yates mientras se discutía el Sistema Nacional Anticorrupción en el Senado. Hay prioridades, pues. De acuerdo con una nota publicada por  La Jornada, Romero Deschamps gana 11 mil pesos mensuales por su chamba al frente del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana: vida de rey con salario de oficinista. Las cuentas del multimillonario estilo de vida del político no terminan por dar aunque a esa cifra se le sumaran los 156 mil 026 pesos que el priista gana por su labor en el Senado de la República. Aun cuando ya haya sido diputado federal y senador en varias pero varias ocasiones.

Carlos Romero Deschamps, líder del sindicato de Pemex
Foto: Notimex/ José Pazos

El pasado sábado 20 de mayo una planilla de políticos de alto nivel asistieron a la boda de su hija Paulina. Por el evento desfilaron personajes como el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa; Enrique Ochoa Reza, presidente nacional del PRI; Jesús Murillo Karam, exprocurador General de la República; René Juárez, subsecretario de Gobernación; el mismísimo Jefe Diego; José Antonio González Anaya, director de Pemex; y el presidente del Senado de la República, Pablo Escudero Morales. La crème de la crème, puesLa opulencia de los Romero Deschamps volvió a hacerse presente en tan importante ceremonia. El periódico Reforma reveló que la novia llegó a la celebración de su matrimonio civil luciendo siete brazaletes Cartier en su muñeca izquierda. Los exclusivísimos accesorios ascienden a un valor aproximado de 2 millones de pesos. La hija del secretario general del sindicato petrolero utilizó joyas de la colección Love: seis de oro amarillo de 18 quilates y una de oro blanco de 18 quilates, esta última engastada con 216 diamantes.

Paulina Romero Deschamps: Las joyas de la muñeca
Foto: Reforma

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