Dicen que uno termina de conocer a su pareja en el momento que se divorcian. Y es que además de aventarse hasta el sartén, en la división de bienes y de querer quedarse con todo como una venganza los hijos se convierten en rehenes de sus padres. Aclaro, esto no pasa en todos los casos, pero sí en la mayoría. Tal y como le pasó a la tenista Victoria Azarenka, quien tuvo que enfrentar un largo, doloroso y desgastante  litigio legal con su ex-pareja Billy McKeague, para que pudiera llevar a su hijo de vacaciones.

La bielorrusa, ex N°1 del mundo, tuvo a su primer y único hijo en 2016, lo que la hizo abandonar la pista durante el resto de ese año y reaparecer en sólo seis partidos en 2017, para cuidar personalmente a su hijo. Aunque en un principio dijo a la prensa que tenía una enfermedad que la forzaba a  alejarse del tenis, después no pudo ocultar que se había separado de McKeague y este había solicitado a un tribunal la custodia de su hijo, Leo Alexander, argumentando que le preocupaba que Azarenka lo fuera a secuestrar.

Como resultado, en septiembre del año pasado, un juez determinó que el pequeño Leo Alexander, debía permanecer en todo momento dentro de  Los Ángeles, California, donde ambos padres residen.

Tenista bielorrusa
@vichka35

Azarenka, al igual que muchas mujeres en el mundo, se vio obligada a replantear su vida ante la encrucijada de tener que decidir entre su hijo y su trabajo. En la primera opción, tendría que dejar a Leo Alexander con su papá en algunas semanas debido a la restricción, mientras que ella estuviera  de gira ,  la segunda opción significaría para ella, dejar su trabajo, dejar de recibir millonarios ingresos y pausar sus proyectos, para estar con el sueño de su vida.

En agosto de 2017, la bielorrusa hizo pública su situación a través de una carta, en la que se disculpa  por no continuar en el Abierto de Estados Unidos, y explica que su hijo es más importante que la fama, el dinero y su propia pasión. En la misiva, aplaude a todas las  mamás que equilibran la maternidad, el trabajo y múltiples ocupaciones sin descuidar ningún aspecto.

Y es que si lo dudan, cada vez que una madre o un padre tienen que dejar a sus hijos ya sea en la escuela o encargados con alguien  por irse a trabajar, se les rompe el corazón en mil pedazos, pero tienen presente de que lo hacen por ellos y para ellos que lo hacen.

En la carta abierta de Azarenka se lee:

“Poco después de Wimbledon, el padre de Leo y yo nos separamos y mientras trabajamos para resolver algunos de los procesos legales, la situación actual es que la única forma en que puedo jugar en el US Open este año es si dejo a Leo en California, lo cual No estoy dispuesta a hacer. Equilibrar el cuidado infantil y una carrera no es fácil para ningún padre, pero es un desafío que estoy dispuesto a enfrentar y adoptar.

Quiero apoyar a hombres y mujeres en todas partes que saben que está bien ser una madre trabajadora o padre. Nadie debería tener que decidir entre un niño y su carrera, somos lo suficientemente fuertes como para hacer ambas cosas.

Estoy increíblemente agradecida por todo el apoyo que he recibido de mujeres y hombres de todo el mundo que reconocen la importancia de apoyar a las madres trabajadoras y nuestro derecho a estar con nuestros hijos.

Espero con optimismo tener avances positivos pronto para que esta difícil situación se pueda resolver y pueda volver a competir.

Me siento confiada de que en los próximos días el padre de Leo y yo podamos dejar de lado cualquier diferencia y dar los pasos en la dirección correcta para trabajar de manera más efectiva como equipo y acordar un acuerdo para que los tres viajemos y para que compita, pero, más importante para asegurar que Leo tenga una presencia constante de sus dos padres”.

tenista bielorrusa
@vichka35

 

Este mes se cumplen 8 meses de la última resolución del juicio, hace unos meses la tenista contrató al mejor abogado de la familiar en Estados Unidos, el israelí Zeev Valner, quien logró que la justicia levantara la restricción y que la tenista llevará a su vástago de vacaciones por primera vez.

Los detalles del juicio contra el padre del niño, Billy McKeague, se mantuvieron en secreto. Pero Azarenka, no dejó pasar la oportunidad de tomarse una foto, justo cuando ella y su pequeño, abordaron el avión que los llevaría a Mallorca. La imagen, se convirtió en un simbolismo para enaltecer a todas las madres que diariamente misión para el bienestar de sus hijos.

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