En un caso que podría aterrorizar a cualquiera, un joven que se contagió de sida, desarrolló una diabólica venganza contra el mundo, así que contagió a más personas y se grabó mientras lo hacía.
El Departamento de Policía de St. Louis detuvo a un hombre en octubre del 2013, luego de que una persona lo denunciara por haberla contagiado de sida de manera intencional. Esos días se conocieron cuatro casos más.
Al registrar la casa de este sujeto, los investigadores descubrieron que Michael L. Johnson guardaba en su computadora videos de él mismo teniendo relaciones sin protección con 31 hombres distintos. La mayoría eran compañeros de la universidad.
Ninguna de las víctimas era consciente de ser filmada ni de que el sujeto era portador de VIH, es decir, este sujeto ocultó esta información de manera deliberada con la intención de contagiarlos. Aquí no ocurrió un accidente, sí, los hombres tuvieron sexo sin protección, sin embargo, Johnson actuó premeditadamente para provocarles daño, en ese sentido la acción es monstruosa.
El fiscal Tim Lhomar, quien está a cargo del caso, pidió que cualquier persona que haya tenido contacto sexual con Johnson concurra a la policía del distrito para contar su historia:
«No es sólo una cuestión de seguridad personal, sino de seguridad pública»
Y es que la petición del fiscal tiene sentido, ya que la mayoría de las víctimas de Johnson no quieren testificar ya que tienen miedo de ser discriminados o estigmatizados, así que prefieren vivir en el anonimato.
La gente con VIH y la gente homosexual son dos grupos que viven discriminación y cuando son victimas de personas como Johnson, casi siempre, sufren las consecuencias en soledad y en el anonimato por miedo a la reacción de su familia o conocidos (además de los medios de comunicación si el caso es sonado).
Éstas son las fotos que Johnson utilizaba para atraer víctimas.
Al final del día, lo malo aquí es que casos aislados como estos, pero mediáticos, son los que utiliza la gente para justificar sus peores prejuicios. 🙁