Si son de los que gustan de acompañar sus sabritones con algo elegante, tendrán que comprar sus botellas con anticipación… o aguantarse al alza de precio que podrían tener los “destilados”, cortesía de la bancada del PAN en la Cámara de Diputados.
Parece que el vino se volverá cada vez más inalcanzable (salvo para aquellos legisladores que arman la fiesta con finas damas como la legendaria “Montana”), ya que los del blanquiazul plantean establecerle un impuesto especial fijo de 45 pesitos por litro. Para esto, se tendría que modificar la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), en el inciso dedicado al vino de mesa. La tasa impositiva fija sería para dar certidumbre al sector, apuntó el diputado Wenceslao Martínez, ya que eliminaría las desventajas que tienen los chupes nacionales frente a los extranjeros, los cuales “vienen con precios muy bajos”.
“Así como se creó un impuesto especial para la gasolina por litro; pretendemos y el proyecto precisamente es darle un precio especial por litro, un impuesto especial fijo de 45 pesos por litro. Con el porcentaje que tenemos actualmente del 26.5 por ciento del impuesto del IEPS sobre los vinos, más el 16 por ciento del IVA, tenemos una carga fiscal por cada litro de vino del 42.5 por ciento sobre precio de venta”.
“Más fácil: mejor bajen los precios de todos, ¿no?”, es lo que solicitarían todos, pues para armar bacanales que harían palidecer a José José… pero no se puede: debido a que gracias al vino el Estado logra recaudar una buena cantidad de lana, el reducir el impuesto especial crearía “boquetes” en los ingresos, lamentó el panista.
Aunque todo va en propuesta, quizás ésta logrará prosperar, ya que con con una tasa fija de 45 pesos se prevé que las arcas públicas garanticen una recaudación de nada despreciables 3 mil millones de pesos al año… ah sí, y –según- la industria vitivinícola nacional se enfrentaría en mejores condiciones a las marcas de importación.
Pues bien por ellos… salud por eso (con una agua loca).