Al saber lo que se detectó en la policía de San Juan de Los Lagos, uno no deja de preguntarse “¿cuántas ciudades andarán en las mismas?”… y, así ¡cómo se va a resolver el tema de la inseguridad y violencia!
De acuerdo con La Jornada, la policía de San Juan de los Lagos fue desarmada por fuerzas del Estado luego de encontrarse elementos suficientes para señalar que entre sus filas hay infiltración del crimen organizado… y se realizará la investigación correspondiente, claro está.
⚠️ | Por nexos con la DELINCUENCIA, intervendrán a Comisaría de San Juan de los Lagos. #TelediarioGDL pic.twitter.com/c2I3Jifa2l
— Telediario Guadalajara (@TelediarioGDL) February 25, 2020
Pero… ¿qué fue lo que despertó las sospechas?
Según explicó Macedonio Tamez, coordinador del gabinete de seguridad en Jalisco, la policía de San Juan de los Lagos no estaba coordinada ni mostraba mucha disposición para cooperar en las acciones estatales y federales contra el crimen organizado… algo que comenzó a despertar las sospechas de autoridades superiores, las cuales fueron reforzadas por denuncias sobre la impunidad con la que andan sujetos armados por la ciudad.
Por lo anterior, los 160 agentes de la policía local tuvieron que entregar sus armas… y amablemente fueron trasladados a Guadalajara, donde se les realizarán las pruebas de control, para ver quiénes andan dobleteando, trabajando para el crimen organizado y para la seguridad de la ciudad.
De acuerdo con El Universal, el secretario general de Gobierno de Jalisco, Enrique Ibarra, informó al alcalde de San Juan de los Lagos que el patrullaje de la ciudad será responsabilidad del Estado… además, advirtió que acciones similares podrían replicarse en otros municipios de Jalisco.
Muy bien… nomás que para la próxima no se les vayan a pelar los funcionarios. Al parecer, una vez que se enteró que estaba por caer la voladora del Estado, el encargado de la policía local de San Juan de los Lagos decidió emprender la graciosa huida y, hasta el momento, no ha sido localizado. Según indica La Jornada, fue el propio alcalde, Jesús Ubaldo Medina, el que le dio el pitazo… tssss, ¡qué pasó!