En su ánimo de esparcir el espíritu navideño, un Santa Claus en Bélgica terminó pasándose de lanza y convirtiéndose en un villano internacional. Resulta que este decembrino sujeto asistió contagiado de COVID-19 a un asilo de ancianos y provocó un gravísimo brote al interior.
De momento —confirma el Brussels Times—, van al menos 18 fallecidos.
La visita del Santa Claus contagiado de COVID-19 fue una brillante idea de la propia administración del asilo Hemelrijck, ubicado en la pequeña ciudad de Mol, una comunidad a 50 kilómetros de Amberes.
Se supone que al momento de asistir el barbón sujeto no sabía que estaba contagiado pero ya presentaba algunos síntomas.
Después de la visita del Santa Claus, relatan los medios de Bélgica, pasaron dos días para que el San Nicolás pasado de su propio gentilicio confirmara que tenía COVID-19. Cuando avisó a los residentes del asilo ya era demasiado tarde y se desató un brote al interior.
Se han confirmado 121 casos en residentes, 36 en trabajadores y 18 personas han perdido la vida por la trágica visita decembrina.
Oficialmente, las autoridades de Mol, en Bélgica, no han afirmado —oficialmente— que todo es culpa de la visita del señor disfrazado de San Nicolás, pero claramente están tratando de averiguarlo. “Los laboratorios están buscando determinar la razón de todas estás infecciones, pero sigue siendo incierto”, explicó el alcalde Wim Caeyers.
La situación de Bélgica
La triste realidad es que en Bélgica no necesitaban del irresponsable Santa Claus para que la situación de COVID-19 se volviera crítica.
A pesar de las medidas intensas de encierro, el país europeo es la nación del mundo con el mayor número de fallecimientos —relativo a su población— por la pandemia. Además, sus centros hospitalarios han pasado momentos complicados tratando de lidiar con el gran número de casos.
La situación no está sencilla para empezar el año y con noticias como esta, pasarán algunas semanas para escuchar historias mejores.