En Estados Unidos, dos hombres están reuniendo fondos de inversionistas para apostar por el negocio de la marihuana. Aunque la hierba es aún ilegal a nivel federal, existe ya una pequeña industria en algunos estados donde su consumo se encuentra regularizado y en otros es posible invertir de manera indirecta y segura. El fondo cuenta ya con más de 7 millones de dólares.

Brendan Kennedy y Michael Blue son los fundadores de Privateer Holdings, el primer fondo de inversiones para la industria de la marihuana. El proyecto cuenta ya con el apoyo de empresarios campesinos, industriales y financieros que apuestan por dejar preparado el terreno de juego del dinero para cuando se legalice así como buscar distintas alternativas jurídicas para que esto llegue a ocurrir.

Ellos son sólo un ejemplo de los muchos interesados en sacar todo el jugo posible a esta droga en el mercado. Según una encuesta del Centro Pew, el 52% de los ciudadanos de aquél país piensa que la marihuana debe ser legal. El sondeo se ha realizado año con año desde 1969 y este es el primer año en que la cifra supera el 50%. Todo parece indicar que en Estados Unidos, la marihuana va camino a la despenalización en todos los niveles.

Acorde con Bill Keller, columnista del NYT, “Hoy, la pregunta más interesante e importante ya no es si la marihuana será legalizada -eventualmente, poco a poco, lo será-, sino cómo.” En este sentido, existen también avances importantes. Los congresistas Ed Perlmutter y Jared Polis han presentado ya dos iniciativas de ley: la una para ablandar la regulación que impide a instituciones financieras y bancos trabajar con los interesados en invertir en la droga, y la otra para que su consumo y venta dejen de ser delitos federales, dejando que cada estado se haga cargo de su propia legislación al respecto.

marihuana esatdos unidos

En Seattle, Jamen Shilvey es el ejemplo perfecto de los que no desean invertir en fondos, sino lograr poner en marcha una empresa propia de producción en cuanto se vuelva legal. Según él, en un futuro cercano la marihuana dejará de verse con mirada acusadora para convertirse en un producto aceptado dirigido a un público particular. Shilvey, antiguo ejectuvo de Microsoft, se encuentra reuniendo socios para convertir a su marca, Diego Pellicer, en el nombre de la marihuana de lujo y sofisticada. 100 millones de dólares son necesarios para lograrlo, sumados a la paciencia necesaria para que el congreso apruebe su legalización o al menos su despenalización. Sin embargo, Shilvey se encuentra confiado y sabe que reunir estos elementos será cada vez más sencillo.

La actitud frente a las drogas está cambiando en Estados Unidos y el interés del capital acelera vertiginosamente el momento de s legalización definitiva.

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Vía: Reforma (impreso), La Nación.

 

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