No importan cuánto se gasten de saliva los políticos en asegurar que la situación de inseguridad en el país va a la baja: para el mexicano común y corriente la situación lejos de mejorar, va peor y no hay muestras de mejora. Así lo revela un estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
O si es verdad que ya se le bajó al inseguridad, lo más seguro es que entonces ya estemos ciscados, porque al menos siete de cada 10 mexicanos “temen a ser víctimas”, además de percibir como “insegura” la ciudad en que viven… y no es por ver tanta tele o periódicos amarillistas, sino por haber atestiguado alguna conducta delictiva y antisocial.
Según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), el temor al delito es tal, que se afecta las rutinas de los ciudadanos: 65.4% ya no lleva cosas de valor al ir salir a la calle y 51.2% de los mayores de edad no permiten que sus hijos salgan a la calle a realizar cuestiones no obligatorias.
Obviamente la percepción que se tiene de los cuerpos policíacos no es favorable… y cómo serlo, si siete de cada 10 personas encuestadas han sido testigos de delitos, 67% ha presenciado robos y el 60% ha visto actos vandálicos a negocios o domicilios… en todos ellos, la policía brilla por su ineficiencia, hasta en el simple consumo de alcohol en la calle. Por ello no es de extrañar que siete de cada 10 personas considere “poco o nada efectiva” la labor de los cuerpos policíacos estatales y municipales.
A pesar de las buenas vibras que nos envían casi a diario los políticos, 37.2% de los entrevistados consideró que de aquí a un año la situación “seguirá igual de mal”, 27.1% señaló que “empeorará”, 20.6% “seguirá igual de bien” y dicen que “mejorará” el 13.7%.