Por acá nos lanzamos a los Estudios Churubusco para cubrir el Segundo Debate Presidencial y aunque esperábamos que las condiciones fueran mejores, lo que no se vió de este debate estuvo –tal vez– un poco más complicado.
Esta vez sí nos tocó lonche, pancito de dulce y toda la cosa pero sin internet, sin señal y en algunos momentos sin poder ver la transmisión en las pantallas de la sala de prensa.
Lo que no se vio del Segundo Debate Presidencial
En comparación con el primer debate, en este segundo ejercicio de la democracia –aaaayssi– no hubo tanto show en la llegada de las candidatas y el candidato a los Estudios Churubusco, ni tampoco llegaron tan tarde.
Seguramente se acordarán que en el primero hubo discurso de guerra al inicio, quienes llegaron en bici aunque sea un tramito y un camión que no podía ignorarse.
Y aunque estábamos esperanzados en que en esta ocasión sí hubiera internet, porque es una de las herramientas principales para poder hacer nuestra chamba, resulta que quedamos.
Una vez más los reporteros y reporteras revivieron el amargo recuerdo del primer debate. A pesar de que en la entrada había un letrero con el nombre de la red de internet disponible y la contraseña, funcionó a lo mucho 5 minutos y luego se cayó.
Claro, por la cantidad de personas intentando usar datos para enviar información, la red de datos también colapsó y batallamos bastante para enviar fotos y videos.
Y la gota que derramó el vaso: por un buen rato la transmisión del debate en las pantallas de la sala de prensa se cayó y nos quedamos sin poder verlo. Nada.
“Queremos trabajar, queremos trabajar. Internet, internet. Portazo, portazo“, gritaban los periodistas.
La diferencia con la primera ocasión es que la prensa no se aguantó y llamaron a un portazo para que los dejaran entrar a la sala de invitados, en donde al menos pudimos ver la transmisión.
Pero bueno, hubo algunas cosas chidas y curiosas como que el cathering, la comida, el agua y los juguitos que no faltaron.
Afuera, el huateque se armó sobre calzada de Tlalpan con gente que acudió a apoyar a Claudia Sheinbaum. Algunos por su cuenta y otros organizados. Hubo merch, porras y muchas banderas.
Frente a los Estudios Churubusco también se plantó una porra de Xochitl Gálvez que aprovechó para abuchear a Sheinbaum a su llegada y aventarse un grafiti medio extraño.
Al final, como siempre, todos se declararon ganadores y lamentaron el comportamiento de los opositores pero la última opinión siempre es de los que van a acudir a las urnas.
La pregunta acá es… ¿para el siguiente debate la prensa tendrá al menos internet para poder trabajar?