Luego de aventarse 11 horas de sabrosa discusión y con una que otra inesperada sorpresa, senadores aprobaron en lo general y particular la reforma energética secundaria en materia fiscal.
Aunque la mayoría integrada por PRI, PAN, PVEM arrasó -como de costumbre- en la hora de la votación, la sorpresa la dio el perredista Fernando Mayans, quien pese a que en muchas ocasiones se mostró en dura oposición al modelo fiscal para la reforma energética, en esta ocasión dio su voto a favor… acto que justificó porque es “un compromiso a favor de Tabasco” y con el que el bloque de reservas fue aprobado por 87 a favor y 26 en contra.
Dolores Padierna, reprochó al tabasqueño su posición, señalando que “si de verdad quieren apoyar a Tabasco, no acepten valores ridículos e indignantes” por el pago del impuesto predial a las empresas petroleras.
Ante las críticas que Padierna hizo a todos los que votaron a favor de la reforma energética, cuando tomó la palabra Javier Lozano, éste arremetió contra la perredista, asegurando que en el asunto no intervenían “ni paleros ni traidores” y que la actitud tomada por los legisladores del “Sol azteca” se debe al surgimiento de Morena, partido que se vislumbra como dura competencia para la institución de izquierda por excelencia.
Uno de los grandes ausentes en la sesión fue el senador y dirigente del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, quien se quedó con las ganas de emitir su voto para aprobar el dictamen que expide las leyes que regirán los ingresos para el Estado, en el nuevo esquema de apertura al capital privado del sector energético.
Sin cambios, el paquete pasó sin tomar en cuenta la propuesta que el PRD hizo respecto a imponer un tope en la renta petrolera que podrán llevarse las empresas extranjeras… esto pese a que las transnacionales van tener un régimen fiscal de excepción, es decir, pagarán muy poco en impuestos, además de que se les condonará el IVA a través del concepto de “utilidad operativa”, con el que podrán deducir costos, gastos e inversiones.
Con lo anterior, las transnacionales tendrán campo abierto para tener un margen de utilidades de hasta el 25%, mientras que Pemex sufrirá pérdidas de 5%, esto según cálculos del senador del PRD, Alejandro Encinas.