El personaje que hizo a más de uno exclamar “¡qué p**do con los trumpistas!” ya tiene castigo por andarse metiendo a la brava al Capitolio. Jacob Chansley, más conocido como El Chamán de QAnon ya fue sentenciado.
Por irrumpir violentamente en el Capitolio (y por hacerlo con un ridículo disfraz), Chansley fue sentenciado a 41 meses de prisión. Esto ya confirmadísimo, luego de que el juez de distrito federal, Royce Lamberth, dejó caer el mazo de la justicia.
Bueno, no sólo por entrar sin permiso al recinto ubicado en Washington.(el pasado 6 de enero, por si no recordaban). De acuerdo con CNN, la sentencia contra El Chamán de QAnon se debió a la gravedad que representa obstruir la votación del Colegio Electoral.
El día que El Chamán de QAnon irrumpió en el Capitolio no fue para entregar los regalos de día de Reyes, sino para impedir que fuera ratificada la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales.
Y le fue bien… ya que el Departamento de Justicia pidió una sentencia más dura contra Chansley, esto para que quedara como ejemplo de lo que pasa cuando se llevan al extremo las simpatías políticas. Además, los fiscales señalaron que El Chamán de QAnon ya era tomado como emblema de “una multitud bárbara”.
Jacob Chansley se hizo merecedor del mote El Chamán de QAnon, debido a la extravagante indumentaria que portó cuando ingresó al Capitolio: sin playera, con unos pinc%#es cuernotes y la cara pintada.
La peligrosisdad de Chansley se vio no sólo por la forma en que irrumpió en el recinto legislativo de Estados Unidos, sino porque al hacerlo se dirigió directamente al estrado que ocupaba en ese momento Mike Pence y dejó una nota… al parecer, dicha nota era una amenaza contra el entonces vicepresidente de Estados Unidos.
En el juicio, se le preguntó al Chamán de QAnon si sabía de alguna otra amenaza en contra de Pence.
En su “defensa”, Chansley aseguró que ya agarró la onda: sabe que lo que hizo está mal. Admite que se equivocó, aclaró que no es un insurrecto y que es un error que se le quiera calificar como un terrorista nacional.
“Estuve en confinamiento solitario por mi culpa. Por mi decisión. Violé la ley… debería hacer lo que haría Ghandi y asumir la responsabilidad”, admitió El Chamán de QAnon durante su plática con el juez Lamberth.
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