Existen infinidad de productos que prometen que en un abrir y cerrar de ojos podremos dejar de fumar: parches, pastillas, chicles, cigarros electrónicos y algunas otras cosas que se supone son infalibles contra este vicio.
Al parecer se ha encontrado en Turquía un remedio infalible contra este mal. Fuera de los métodos convencionales, Ibrahim Yücel de 42 años, mete su cabeza todas las mañanas en una jaula que no le permite introducir ni una aguja, -mucho menos un cigarrillo- pone un candado, guarda la llave y así sale a trabajar.
25 años le fueron suficientes a Ibra para entender que el cigarro no le dejaba nada bueno y aunque esto puede parecer sacado de una película de ciencia ficción es real, funciona y posiblemente salve al turco de una enfermedad en los pulmones, como la que acabó con la vida de su padre y por la cual decidió someterse a este encarcelamiento facial.
Su esposa, quien entiende mejor que nadie la problemática, lo ayuda todas las mañanas a colocarse esta máscara hecha de malla y alambres
Y así llega la hora de seguir la vida, de no detenerse por molesto que esto parezca
En su comunidad éste hombre se ha ganado las burlas y el repudio pero al parecer no le interesa, ya que su salud y bienestar por ahora son prioridad.
¿Se aventarían con un método cómo estos?