Dos de las más grandes bandas del Hardcore neoyorquino se presentaron en el Distrito Federal ofreciendo un concierto verdaderamente demoledor para quienes gozan del género y quienes andaban por ahí “de paso”.
Los hechos se desarrollaron en el Sala, uno de los nuevos recintos en los que se están generando conciertos, ubicado en una zona bastante céntrica de la Colonia Roma. Una especie de ex-cine/teatro , de tamaño reducido pero suficiente para albergar a todos los que se habían dado cita este día, a pesar del desquiciante tráfico capitalino, lo cual hizo entrar en pánico a varios por no llegar a tiempo, incluso a algunos integrantes de las bandas que también se vieron inmiscuidos en el tráfico citadino, aunque viviendo en Nueva York seguramente no les causó ninguna sorpresa.
Los primeros en tomar el escenario fueron los Cro-Mags, una banda longeva de la década de los 80 y además pionera de la fusión entre el Hardcore/Punk y el Metal. A pesar de las décadas que llevan activos esta sería la primera vez que se presentaban en México. Aunque tocarían un set breve, apenas 35 minutos, el grupo cumplió con las expectativas de quienes los aguardaban ansiosos. “Malfunction”, “Crush the Demoniac” fueron algunos de los temas que desataron un pandemonium de cráneos y puños del público, que desde el primer tema saltaban sobre la valla que los separaba del escenario y no reparaban en vociferar las canciones a la par de su cantante John Joseph, quien luego del show bajó a tomarse fotos y platicar con quien se acercara (además le dedicó un tema a la comunidad Krisna, movimiento del cual es devoto). Algunos hicieron notar su descontento por la ausencia del bajista original Harley Flanagan, quien hace no mucho se vio inmiscuido en un sangriento altercado.
Luego de un cambio de batería, Sick of It All tomó el escenario. Se notó un verdadero aumento en los decibeles en todos los instrumentos y desde el primer tema el grupo atacó como un furioso ariete de sonido que no se detendría durante 40 minutos. Los hermanos Koller lucían en gran forma, no habían envejecido nada desde la última vez que los vimos en México hace ya 21 años. El guitarrista Pete Koller luce una musculatura digna de un peleador y su hermano, el vocalista Lou Koller lucía incluso más delgado que antes y en gran forma, el tipo no paraba de moverse por todo el escenario y gritar a todo pulmón. Desde luego en la batería estaba el incansable Armand Majidi, que hizo un tremendo trabajo aporreando cueros y platillos a lo largo del set, y no se veía cansado en ningún momento. Los completaba el bajista Graig Setari, quien se curtió en las filas de colosales bandotas como Youth of Today y Agnostic Front.
Lou se disculpó con el público pues pensaba que luego de 21 años de ausencia encontraría a todos muy cansados, y resultó que los asistentes, cuyos cabellos en su mayoría ya rebosaban de canas o lucían pronunciadas calvas, respondían a la bestial energía de la banda. El audio era impecable, podía escucharse todo con total claridad (no al nivel de Neurosis, pero muy bueno). Más de 20 canciones, entre las cuales sonaron tremendos macanazos como “Uprising Nation”, “Machete”, “Injustice System”, “Sanctuary”, “Scratch the Surface” antes de la cual enfrentaron al público en una wall of death, “Road Less Traveled”, “World Full of Hate”, “Step Down” y “DNC” entre muchas otras, se pasaron como arena en las manos y dejaron a todo el mundo satisfecho. Lástima por los que no fueron, se perdieron de un tocadón.
Fotos: Guacamole Project/Eyescream Prods
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