Los sismos registrados en febrero nos han puesto a todos los pelos de punta. Basta con que suene alguna alarma (cualquiera: la de un auto, la de una joyería, algún ringtone o algún malintencionado que pone el remix de la alerta sísmica) para que los nervios se nos crispen y procedamos a evacuar (o tratar de evacuar) el área donde estamos. El recuerdo de estos y los de septiembre todavía están frescos en la memoria de la mayoría de la población.
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En las últimas horas se han propagado, de nueva cuenta, rumores y fake news que apuntan a que un sismo de 8.7 grados sacudirá la Ciudad de México este jueves 22 de febrero entre las 16:00 y 17:00 hrs. Esta información falsa se ha colado en redes sociales y servicios de mensajería alterando a la población. Antes de que te creas y compartas estas publicaciones, que supuestamente están respaldadas por estudios de académicos de Universidad Nacional de México (UNAM), recuerda que LOS SISMOS NO SE PUEDEN PREDECIR.
Ante las noticias y mensajes apócrifos en los que se predicen terremotos (con todo y hora y lugar del epicentro) el Servicio Sismológico Nacional (SSN) ha solicitado reiteradamente a la ciudadanía hacer caso omiso de estos rumores. Hay que tomar en cuenta que en la actualidad no existe tecnología o método alguno para saber exactamente cuándo ocurrirán los movimientos telúricos o de qué magnitud serán.
El Consejo Ciudadano de Seguridad Pública pidió no difundir fake news y verificar la autenticidad de las cuentas que propagan este tipo de información, además de exhortar a la gente a estar al tanto de las cuentas oficiales de las distintas dependencias.
📌 NO propagues rumores en #RedesSociales y en la comunidad 👉🏻 NO difundas información sin verificar siempre su autenticidad en los sitios o cuentas oficiales y atiende las recomendaciones de las autoridades. pic.twitter.com/oXssrljTlN
— Consejo Ciudadano Mx (@elconsejomx) 20 de febrero de 2018
Y a todo esto, ¿qué dicen los expertos?
Miguel Ángel Santoyo, sismólogo de la UNAM, dijo en entrevista hace algunos meses que realizar predicciones respecto a este fenómeno se debe a que la comunidad científica no cuenta con un registro histórico de muchos miles de años para generar una estimación estadística de cuándo, dónde y de qué magnitud podrían ser los terremotos. Es más, ni siquiera existe evidencia para asegurar que existan ciclos sísmicos.
En pocas palabras, la probabilidad de que tiemble siempre va a estar ahí pero no podemos conocer con certeza cuándo, dónde ni cómo sucederá. Lo que nos queda es estar lo mejor preparados que podamos el día que pase.