¿Opacidad y negligencia en el sistema público de salud? Tal vez esto parezca una vieja historia entre los cientos de casos denunciados por los pacientes del sistema de salud en México. Sin embargo, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) se dio a la tarea de documentar los problemas de vacunación, atención a la diabetes, los hospitales de alta especialidad y comunicación social.

Se supone que el sistema de salud en México se compone por una red enfocada a la asistencia y apoyo de los ciudadanos y ciudadanas. Sin embargo, los movimientos del gobierno Federal, mediante la Secretaría de Salud (SSA), no han sido del todo eficientes y ante sus acciones también se levantan casos de negligencia y omisiones.

En la entrega de los casos estudiados por MCCI, el tema de las vacunas es uno de los que más ha afectado al sector infantil, así como en la erradicación y combate de enfermedades.

Deficiencias en el sistema de vacunación

De acuerdo con la investigación La vacunación en México, cifras inciertas, aprobaciones apresuradas” en nuestro país “no hay certeza” sobre la cobertura de la aplicación de las vacunas a los niños, en su primer año de vida —en pleno siglo XXI—.

Es importante mencionar que en México cada año nacen 2.3 millones de niños y niñas. Entonces, ¿qué tan fuerte se encuentra el Estado para garantizar su derecho a la salud?

No existe un aparato los suficientemente fuerte para que los niños mexicanos y las niñas mexicanas tengan garantizada su salud desde el primer año de su nacimiento. ¿Por qué? La SSA “no cuenta con un sistema universal” y nominal que dé a conocer la cobertura de la vacunación.

Luego, hay una falta “de certeza en la cobertura oportuna”. ¿Qué significa esto?

Pues, se refiere a la metodología que el gobierno Federal lleva a cabo para calcular la cobertura de vacunación. La metodología de la Secretaría de Salud cae en sobreestimaciones relevantes. Es decir, calcula que 90.7% de los niños y niñas menores de un año han completado su esquema de vacunación.

Pero esto no es así, en el reporte Salud deteriorada, se halló que la cobertura promedio alcanza sólo a 60% de los niños y las niñas mexicanas.

Por otra parte, el “diseño institucional sin contrapesos” provoca que el gobierno Federal sea juez y parte de un programa del cual no se rinden cuentas de manera apropiada.

Indicadores 

De acuerdo con esta investigación, los indicadores usados para evaluar la cobertura de vacunación “no son fiables”, ya que no estiman el porcentaje de la población que ha sido vacunada en tiempo y forma, en un esquema completo.

Va la explicación:

La Secretaría de Salud no tiene un sistema nominal sectorial que dé los datos sobre el estado de vacunación en México, lo cual se traduce en una grave carencia. Luego, los indicadores de la Secretaría de Salud no distinguen a aquellos niños que recibieron las vacunas en tiempo y forma de los niños que recibieron de manera tardía las vacunas —lo que pone en riesgo su salud—.

Cobertura

Acá recae el “maquillaje” constante de cifras que sobreestiman la cobertura de vacunación. Por ejemplo, de acuerdo con información oficial, la cobertura de vacunación en niños de un año contra rubéola, parotiditis y sarampión ha sido del 100%.

Además, indica que las coberturas de esquema completo en niños menores de un año y niños de un año alcanza el 90.7% y el 96.7%, respectivamente.

Sin embargo, estas cifras —aunque sean oficiales— no tienen un sustento verificable, “no son creíbles”, de acuerdo con fuentes independientes.

MCCI estimó que la cobertura podría estar entre 60.1% y 82.1%, mientras que Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) la cobertura alcanza el 34.3%. Es decir, es aún más pobre.

En cuanto a la población sin seguridad social, MCCI calculó que la muestra podría oscilar entre 22.3% y 56.3%. Eso no es todo, de acuerdo con INP (Instituto Nacional de Pediatría) el 48.8% de los casos de tosferina registrados en menores de un año se presentan… en niños y niñas que NO cuentan con el esquema completo de vacunación.

Falta de transparencia y opacidad

La SSA no se pudo escapar de la opacidad —como cualquier dependencia gubernamental—. De acuerdo con el reporte de MCCI, la Secretaría se ha negado a compartir los resultados de los niños “captados” con el programa de cartilla electrónica.

Y, ¿luego? Podría ser que la SS encubriera de manera deliberada el “mal” desempeño de este programa. Además de obstaculizar la información, también se impide corregir los errores del sistema.

Otro punto importante es acerca de las responsabilidades que la Secretaría de Salud ha evitado y, por lo cual, no se fortalecen sus instituciones para lograr una mejor administración.

En el sistema abundan las prácticas monopólicas, las compras fragmentadas y los sobreprecios, en todos los sectores —hasta en las vacunas para mascotas–. El control de la SS ha sido débil en este aspecto, durante los últimos 15 años.

Esto ha provocado compras a un sobreprecio de casi 287% por encima de los precios internacionales.

La falta de rectoría y control por parte de la SS ha propiciado la inequidad, pago de sobreprecios, desorden y la falta de aprovechamiento de las vacunas, aspectos que se han presumido desde el gobierno Federal.

Esta es la primera entrega de la investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, si te interesa checar la investigación completa sobre las vacunas te dejamos el enlace aquí.

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