En 1939, Jean-Paul Sartre publicó una compilación de cuentos bajo el título de El muro. El último relato, “La infancia de un jefe”, es uno de los más destacados e interesantes no sólo de este libro, habla sobre algunos aspectos en la vida de Lucien, un niño que de a poco se acerca al fascismo.
Y es justamente esta historia la que retomó Brady Cobert (actor en cintas como Funny Games o A los 13), en su debut como director en 2015 para La infancia de un líder donde un niño de apariencia bella y dulce llamado Prescott, durante la posguerra, da indicios de una desapego que lo lleva a convertirse, como adulto, en un líder fascista.
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Benito Mussolini y el fascismo
La película, como mencionamos, está basada ligeramente en la obra de Sartre (la idea central, más no el desarrollo como tal). Pero sobre todo en algunos episodios de la niñez de una de las máximas figuras de esta ideología que transformó al siglo XX: Benito Mussolini.
Mussolini, quien primero fue periodista y parte del partido socialista, estaba en contra de la guerra. Pero fue hasta que se vio obligado a participar en ella, que comenzó a formular las bases de lo que se convertiría en el fascismo, la cual permeó durante décadas en Europa llegando a ser el imperativo de la Alemania Nazi en manos de Adolfo Hitler.
¿Pero cuáles fueron esos episodios en la vida de Benito Mussolini que tuvieron un impacto en la doctrina y la dictadura militar en Italia? En la última entrega del SNACK, abordamos la historia y etimología del fascismo, algunos periodos clave del pasado de este líder y la importancia de la película de Cobert en la conversación de las ideologías extremistas: