34 soldados estadounidenses sufrieron lesiones cerebrales traumáticas tras los ataques con misiles por parte de Irán contra una base iraquí. Así lo informó este viernes el Departamento de Defensa de Estados Unidos.
Hasta el momento ocho de los soldados lesionados que fueron tratados en Alemania ya viajaron a Estados Unidos para continuar el tratamiento, nueve continúan en territorio alemán y uno más está en Kuwait siendo atendido para regresar a Irak.
De los que fueron diagnosticados con estas lesiones, 16 ya regresaron al servicio activo en la base iraquí.
¿Pues no que no?
Tras el ataque con misiles a la base de Ain Al Asad, en Irak, el presidente Donald Trump aseguró que todo estaba bien, no había muerto ni lesionados.
“El pueblo americano debe estar agradecido que ningún estadounidense fue herido en los ataques del régimen iraní. Todos nuestros soldados están a salvo. Nuestras fuerzas armadas están listas para todo (…) Esto fue bueno para todas las partes involucradas”, afirmó.
Ocho días después del ataque, el Pentágono rectificó e informó que habían sido 11 los soldados que requirieron atención médica.
Cuando se le preguntó al portavoz del Pentágono, Jonathan Hoffman, por qué las cifras no coincidían, explicó que los síntomas en los elementos surgieron días después del ataque, pero que en todo momento fueron tratados con mucha precaución.
El ataque
El pasado 7 enero, al menos 10 misiles iranís cayeron en la base aérea estadounidense Al-Asad, en Irak.
Este ataque fue parte de “severa venganza” que Irán prometió tras el asesinato del general Qassem Soleimani.El Pentágono confirmó poco tiempo después que una segunda base había sido atacada: Erbil.
The US military confirms an ongoing rocket attack on Al-Asad airbase where US troops are based. It’s the one Trump said Iraq would have to pay for if the US leaves.
— Liz Sly (@LizSly) January 7, 2020