Muchas personas usan distintas aplicaciones y aparatos con el fin de monitorear su rendimiento mientras hacen ejercicio. Y algunas de ellas tienen integrado un GPS para marcar la ruta y la distancia recorrida.
Strava es una red social que usando ubicaciones GPS crea un mapa de visualización de datos que muestra toda la actividad rastreada por los usuarios de su aplicación permitiendo a los deportistas grabar sus ejercicios y compartirlos con otros. La app puede usarse en dispositivos como Fitbit, smartphones y rastreadores de fitness para poder ver las rutas más elegidas y también las más transitadas.
El problema es que el mapa generado por las rutas de los deportistas es tan detallado que también mostró las de ciertos usuarios: soldados estadounidenses. El ejército de Estados Unidos incentivó el uso de estos dispositivos para motivar a los soldados a ejercitarse y combatir los índices de obesidad. The Washington Post difundió que en 2013 el Pentágono repartió hasta 2 mil 500 pulseras Fitbit.
El mapa fue publicado en noviembre de 2017 pero es hasta hace unos días que los analistas militares notaron que en ciertas partes de Afganistán y Siria, zonas en conflicto, los usuarios de estas pulseras podría ser exclusivamente personal militar estadounidense en servicio activo y que las rutas generadas por ellos, al salir a correr o simplemente montar guardias, estaban señalando la ubicación de las bases secretas militares, además de activistas de ONG´s u otras organizaciones.
El Mundo informó que cuando Strava publicó el mapa indicó que la actualización del mismo incluía mucha más información que la anterior en el 2015. Estamos hablando de más de 3 billones de puntos de GPS individuales 😱
El Departamento de Defensa estadounidense ya está revisando la situación y está considerando si necesita implementar medidas adicionales de seguridad para evitar una fuga de información clasificada que obviamente no debería conocer todo el mundo.