Seguimos con nuestra cobertura del FICM 2013, ya estamos algo cansados después de siete días de esta fiesta del cine, pero también estamos preparados para ver algunas películas más y para el cierre del festival.
Una de las primeras actividades del día fue el encuentro de realizadores que se realizó en la mañana con la participación de Gaz Alazraki, Rita Basulto, Eugenio Derbez, Fernando Eimbcke, Michel Franco y José Luis Valle, quienes se juntaron para platicar de la diversidad de propuestas que se da actualmente en el cine mexicano.
Ya en la tarde tuvieron lugar las alfombras rojas y funciones especiales de Workers y Las horas muertas, películas que son parte de la Selección Oficial de este año y buscan llevarse el reconocimiento en la sección de Largometraje Mexicano.
Workers tiene como protagonistas a Rafael, empleado de limpieza de una fábrica que está a punto de jubilarse, y Lidia, sirvienta que se entera que su patrona le dejó su herencia a su perro y no la tomó en cuenta a pesar de sus 30 años de trabajo.
Con su primer largometraje de ficción, el director José Luis Valle nos hace ver que el tiempo es una limitante en nuestras vidas, así como el dinero y la condición laboral. El director se paseó por la alfombra roja, se quedó en la función y habló de su cinta después de verla junto con otras personas que se encontraban en la sala.
El director Aarón Fernández llegó al Cinépolis Centro con parte del elenco de la película Las horas muertas, la cual trata sobre un joven de 17 años que administra un motel y que inicias una especie de relación con una clienta frecuente para encontrarse ahí con su amante.
El director, algunos actores y varios de los integrantes del equipo de producción de Las horas muertas le dieron las gracias a quienes estuvieron en la alfombra roja y la proyección de su filme, se mostraron contentos por el estreno en el festival de Morelia y también aprovecharon la oportunidad para comentar que la calidad del cine mexicano ha ido en aumento desde hace un par de años, lo cual es algo muy bueno para la industria cinematográfica de este país.
A lo largo del día muchas personas, sobre todo adolescentes, recorrieron las calles de Morelia, haciendo escalas en prácticamente todos los hoteles de la zona centro. La razón por la que había tanto movimiento era que todos querían llevarse un autógrafo o la foto del recuerdo con alguno de los actores o directores que estaban de visita a causa del festival.
Eran muchas personas y había un poco de todo; algunos buscaban a Eugenio Derbez, otros a Quentin Tarantino y el resto a diferentes actores, incluso se dieron casos en los que buscaban a gente que no se encontraba en Morelia, aunque muchos juraban que sí y no faltaba el que estaba muy convencido y decía “yo lo acabo de ver”.
Mientras que los fans seguían gritando y corriendo por las calles, en una de las salas se exhibió Frenchman’s Creek (El pirata y la dama), película de 1944, dirigida por Mitchell Leisen y en la que aparece el actor mexicano Arturo de Córdova.
La cinta se proyectó en 16 mm, la copia fue prestada al festival por Quentin Trantino, quien puede presumir que es una de tantas joyas cinematográficas que forman parte de su colección personal.
Desgraciadamente, el jueves no nos encontramos a Tarantino en ningún lado y era difícil saber en qué función estaría debido a la gran variedad de la programación. Todavía nos queda un día para buscarlo y verlo de nuevo.
En la noche fue la premiere de Espectro, del director Alfonso Pineda. Antes de que iniciara la función, la alfombra roja contó con la presencia del director y la bella actriz española Paz Vega, quien dijo que estaba emocionada por estar en una ciudad tan maravillosa y en un festival tan importante.
La última función del día fue una presentación doble en la que los fieles seguidores de Alejandro Jodorowsky vieron una de sus películas más conocidas, Fando y Lis, acompañada por Ladrón de voces, mediometraje dirigido por Adanowsky, músico, artista e hijo de Jodorowsky.
La función contó con la presencia de Alejandro y sus hijos Brontis y Adán.
