Sir Isaac Newton descubrió la gravedad y en este 2021, un cohete de Space X nos recordó sus desastrosas consecuencias. El nuevo prototipo de la compañía encabezada por Elon Musk tuvo una pequeña falla en el aterrizaje y se puso un golpazo de antología que dejó unas imágenes impresionantes.
Obvio, esta es nomás una tragedia material: no había tripulación y nadie salió herido.
La nave de Space X que se puso en la torre este martes, 2 de febrero, se llama oficialmente Starship SN9 y era un prototipo que promete llevar personas a la Luna, Marte y otros destinos lejanos. ¿Lo único preocupante? Su antecesor, el SN8 también se acomodó un tamalazo apenas hace unas semanas, en diciembre pasado.
“Solamente necesitamos trabajar un poco en el aterrizaje”, comentó con humor John Insprucker, el ingeniero principal del proyecto.
Aunque el momento de la explosión puede ser digno de una falla catastrófica y ya se está haciendo viral en el mundo entero, los encargados de Space X no se encuentran tan preocupados pues —de acuerdo a Space.com— el prototipo SN10 ya se encuentra listo para un nuevo intento.
“¿Y el p… que me diste?”, dice el SN9 de Space X
Lo que pasó esta tarde fue, hasta cierto punto, esperado en los planes de Space X.
El Starship SN9 despegó de Texas, llegó a la altura planeada de 10 kilómetros y emprendió la complicada maniobra de aterrizaje. El armatoste tenía que apagar sus tres motores, darse una vuelta horizontal y quedar en una posición que simulaba su regreso a la atmósfera terrestre.
Y justo ahí tronó el abarrote.
La nave no pudo lograr el giro y explotó en la caída.
¿El lado bueno? Esto es tan solo una prueba. Como mencionábamos, el SN9 que explotó esta tarde tenía tres motores. La versión final, con la que la compañía promete llegar a la Luna y a Marte, incluirá seis motores independientes.