“Con ese poder de taladrar y depositarse en lo más hondo de nuestro cerebro, seguramente ha de haber costado una millonada ese spot del niño Yuawi”, es lo que más de uno podría pensar… sin embargo, el anuncio de Movimiento Naranja (ciudadano) tuvo un costo no muy elevado, comparado con otros millonarios gastos que luego se sacan de la manga los partidos.
Según información obtenida por El Universal, el partido Movimiento Ciudadano desembolsó 319 mil pesos por la propaganda estelarizada por Yuawi, los cuales se pagaron a la empresa Covacha Gabinete de Comunicación S.A. de C.V. Por ese monto, la productora firmó dos contratos para hacerse cargo de la producción y edición del spot en todas sus hipnotizantes versiones. De acuerdo con el diario, el primer contrato encomendó la producción del anuncio titulado “Niño wirrarika naranja (el cual se destinó a radio y televisión) y el segundo documento se refiere a la edición del mismo material, para su disfrute en versión karaoke, “segundo spot en el que aparece el precandidato de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya”.
¿Y cuánto se llevó el buen Yuawi? Ahh pues buena pregunta… la cual hasta ahora no tiene respuesta, ya que -al menos con Movimiento Ciudadano- ni el representante, ni el niño, ni la agrupación Venado Azul o el padre del menor, celebró algún tipo de contrato y, por lo tanto, el partido no hizo ningún tipo de pago. Pero bueno, obviamente sería muy manchado por parte de MC o la empresa encargada de realizar el spot dejar sin paga al principal elemento del éxito propagandístico y, para saber de cuánto fue la paga, El Universal intentó contactar al padre de Yuawi. Desafortunadamente nunca hubo respuesta.
El efectivo anuncio tuvo un costo de 250 mil pesos para TV y 15 mil para radio. A esos números se les sumó el 16% de impuestos, más la cifra que se estableció en un segundo contrato, de 11 mil 600 pesos…más la edición (otros 10 mil pesos más impuestos). El resultado: un anuncio que ha sido reproducido millones de veces en las redes sociales y hasta antros, y el cual generó “n” cantidad de memes. Sin olvidar que llegó hasta Spotify… así de pegajoso fue.