La actriz Susan Sarandon, ganadora del premio Oscar a mejor actriz por su papel en la película ‘Dead Man Walking’, se ha caracterizado por ser una artista muy inmiscuida en la política y por ser una ferviente seguidora del senador Bernie Sanders, quien resultó derrotado —en condiciones poco transparentes— en las elecciones primarias del Partido Demócrata.
Cuando el pasado 26 de julio, Hillary Clinton fue electa —con más de 2 mil 383 votos a favor— como la representante demócrata con miras a la Casa Blanca, Sarandon fue una de las principales opositoras a la decisión. Mientras la mayoría vitoreaba y ondeaban sus banderas a favor de la exsecretaría de Estado, el gesto de la artista era adusto: de molestia e incredulidad.
Susan Sarandon is having literally the worst time at the #DemConvention pic.twitter.com/Ola9Hi3y5o
— Ian McKenna (@Ian_McK_) 26 de julio de 2016
Los medios de comunicación y las propias redes sociales de Clinton señalaban el resultado como algo histórico: Hillary sería la primera mujer en contender por la Presidencia de Estados Unidos. Aunque esto no es del todo cierto: más bien sería la primera fémina en representar a uno de los dos partidos grandes en una elección; los terceros partidos ya habían postulado mujeres como sus candidatas presidenciales.
La nominación de Clinton se daba 96 años después de que las mujeres lograran el derecho al voto en aquella nación… aunque su nombramiento se dio en medio de un ambiente de tensión después de que Wikileaks filtrara correos electrónicos del Partido Demócrata, en los cuales se dejaba ver que, desde el principio de la contienda, había un claro favoritismo a favor de la exprimera dama.
Entrevistada el pasado miércoles sobre la intención de su voto rumbo a las elecciones del próximo 8 de noviembre, Susan Sarandon dejó una frase que resonará por semanas: “No voto con mi vagina“, respondió la artista al ser cuestionada sobre la importancia de que una mujer llegara a la Presidencia. La protagonista de ‘Thelma & Louise’ y ’The Rocky Horror Picture Show’ señaló que el miedo al candidato del Partido Republicano, el empresario neoyorkino Donald Trump, no es suficiente para para que apoye a Clinton, “con su historial de corrupción”.
Sarandon explicó que no está en contra de tener una mujer como candidata, aunque eso sí: quiere a la mujer adecuada. Y dejó muy clara su intención de votar por uno de los terceros partidos que viven a la sombra de los demócratas y republicanos: el Partido Verde. En su diálogo con la cadena BBC, la actriz aseguró que la razón por la cual Estados Unidos enfrenta una crisis social, política y ambiental se debe a que —por mucho tiempo— todos han estado votando por “el menor de los males”.
(¿No recuerdan este clásico episodio de South Park cada que se acercan las elecciones?).
¿Qué opinan ustedes? ¿Comparten la postura de Sarandon? Un candidato debe valerse por sus propuestas concretas y proyectos más que por su género, ¿no lo creen? Dicho con mucho respeto para los que crean lo contrario.
Aunque algunos piensen que votar por alguna de las alternativas al bipartidismo (Gary Johnson, del Partido Libertario; Jill Stein, del Partido Verde o Evan Mcmullin, candidato independiente) es tirar el sufragio a la basura, con su decisión, la actriz estadounidense busca ayudar con su voto a que la candidata ecologista llegue a la marca del 5% a nivel nacional, para cambiar la agenda gubernamental a través del Congreso.
De acuerdo con la candidata presidencial del Partido Verde, la doctora Jill Stein, en este proceso electoral los estadounidenses están siendo intimidados para votar por los aspirantes presidenciales más repudiados y sin confianza en la historia de Estados Unidos. Stein incluso fue un paso más adelante y llamó a Hillary Clinton “reina de la corrupción” e indicó que trabajará después de lo comicios en cambiar el “muy corrupto” sistema bipartidista.
En una entrevista con el sitio RT, la candidata que aglomerará a varios de los votos de los seguidores de Bernie Sanders, afirmó que la democracia no se trata de a quién se odia más o a quién se le teme más, y que si no se puede lograr eso, entonces la esperanza está perdida.