Pues luego de darnos cuenta de que las autoridades de la 4T también valen pa’ pura… la Fiscalía General de Justicia dio a conocer que, con la suspensión definitiva que obtuvo Lozoya contra la orden de aprehensión en su contra, deberá comparecer ante un juez.
¿Pa’ qué? Aunque lo que estaría de alarido fuera que la suspensión haya sido una trampa para apañarlo de una forma por demás risible, la comparecencia de Lozoya ante la autoridad judicial nomás será mero trámite: pa’ firmar los lunes de cada semana, previo depósito de una garantía que podría ser fijada en 500 mil pesotes.
Lo mismo aplicará para la hermana del extitular de Pemex, quien también está embarrada en las transas detectadas recientemente y que llevaron a que se emitiera la esperanzadora (y ahora decepcionante) orden de aprehensión en contra de Emilio Lozoya. La única diferencia, según indica Proceso, es que Gilda Susana nomás tendrá que depositar 10 mil miserables pesitos.
De acuerdo con El Universal, además de servir para verle su hermosa carita, la comparecencia de Lozoya ante un juez servirá para que éste emita una constancia que haga válida la suspensión definitiva recientemente concedida. Ya si el juez se pone guapo, podría citar a la Fiscalía para que ésta vea si puede imputar algo en contra del ex de Pemex.
Ahhhh, otra diferencia de la suspensión obtenida por la hermana de Emilio Lozoya es que la susodicha tiene un plazo de cinco días para animarse a comparecer ante el juez de control para continuar con su proceso. Al igual que su hermano, Gilda Lozoya habrá de acudir cada lunes a asentar su “poderosa”, con lo cual las autoridades asegurarán su permanencia en la Ciudad de México.
Fue la jueza octava de Distrito en Amparo Penal de la CDMX la que se encargó de mandar a la congeladora la orden de aprehensión en contra de Emilio Lozoya, quien fuera recientemente (más) señalado de realizar operaciones ilícitas entre Pemex y la constructora brasileña Odebrecht.
El escenario para Lozoya luce ya no tan turbio… a menos que… bueno, la jueza podría retirar la suspensión contra la orden de aprehensión si el extitular de Pemex aplica “lunes santo” y decide no ir a firmar. Obviamente, también haría lo propio si el susodicho no se presenta por primera vez en el plazo establecido.