Con más elocuencia que ciertos políticos mexicanos, un monigote de cartón tuvo que fletarse a responder los cuestionamientos que la prensa tenía preparada para el primer ministro de Tailandia, Prayuth Chan-ocha. En serio, el alto funcionario aplicó el “ya me cansé” de Jesús Murillo Karam pero, para no verse tan gacho con los periodistas, dejó a su inerte relevo.
De acuerdo con AP, Prayuth Chan-ocha se limitó a dar un breve mensaje luego de asistir a un evento promocional del próximo Día del Niño (seguramente no lo celebran el 30 de abril). Luego de su declaración, la prensa intentó realizarle algunos cuestionamientos sobre “asuntos políticos apremiantes”. Fue en ese momento que el funcionario recurrió a su inusual y nada discreta táctica para evitar hablar. “Si quieren hacer alguna pregunta sobre política o sobre algún conflicto, pregúntenle a este sujeto”, dijo antes de retirarse.
Eso sí, se despidió con la legendaria señal “merol”.
No es la primera vez que Chan-ocha hace evidente su desprecio a la prensa. En anteriores ocasiones ha evadido hacer pronunciamientos ante las cámaras acariciando a técnicos de sonido presentes en conferencias, arrojando cáscaras de plátano a los camarógrafos e, incluso, amenazando con ejecutar a cualquier periodista que se atreva a criticar su forma de administración…gulp….bueno, pero como lo dijo en tono de “broma”, no le quedó a los de la prensa tailandesa que reír nerviosamente.
Aunque al principio su administración tuvo una aceptación mayoritaria, con el tiempo la forma tan manchada de administrar por parte de Chan-ocha se fue haciendo de críticas y reclamos… sobre todo por su falta de transparencia. Llegó al poder en 2014, después de un golpe de Estado no violento… desde ahí hasta ahora, ha prometido en diferentes ocasiones que habrá elecciones, pero éstas nunca se han realizado. Pero bueno, ahora sí viene la buena: en noviembre de este año, se supone, habrá relevo del poder.