Qué impresionantes historias. El reconocimiento de Tesoros Humanos Vivos se entrega por parte de la Secretaría de Cultura de Oaxaca para reconocer y preservar las prácticas culturales de las comunidades, así como también preservar la herencia viva de los conocimientos que se transmiten de generación en generación.
Este año las reconocidas fueron Cristina Toribio Mateos de 88 años , María Quiroz García de 88 años y Estela Rojas Santiago de 80 años.
Estas tres mujeres oaxaqueñas fueron nombradas promotoras y guardianas de los elementos del patrimonio cultural inmaterial del estado.
La historia detrás de estas oaxaqueñas
Cristina de 88 años es originaria de San Juan Cotzocón, de la comunicad mixe y es sacerdotisa. María de 88 años es de San Juan Colorado en Jamiltepec y toda su vida ha trabajado como partera y curandera, mismo oficio de Estela de 80 años originaria de San María Temaxcaltepec.
De acuerdo con medios locales, cuando a Cristina la invitaron registrarse en la convocatoria de la Secretaría de Cultura lo primero que pensó fue que la iban a meter a la cárcel por continuar con las prácticas rituales.
¿Cuál es su trabajo como sacerdotisa? Por ejemplo, cuando hay un cambio de autoridades en la comunidad, ella realiza un ritual para pedir a las deidades que protejan a los que entrarán a prestar servicio.
María y Estela se dedican a la partería y a curanderas, prácticas que se heredan con el paso de las generaciones y que todavía son muy comunes en zonas rurales e indígenas.
A demás del reconocimiento de la Secretaría de Cultura cada uno recibió 97 mil pesos para continuar con los saberes de la comunidad y, en la medida de lo posible, transmitirlos para que no se pierdan en la modernidad de nuestro país.
Durante el evento, la secretaria de las Culturas y Artes de Oaxaca, Karla Villafaña Quevedo, afirmó que sus comunidades se deben sentir orgullosas de tener a estas tres oaxaqueñas: “En sus comunidades, sus municipios, se deben sentir honrados de tenerlas como hijas de su tierra, al leer sus semblanzas, podemos detectar el amor a sus raíces que las ha llevado a velar por la gente de sus pueblos”.