Además del The Wall Street Journal, otro medio que pone sus miradas esta semana en México es el semanario británico The Economist, que publicó un artículo titulado “The Mexican morass” (El pantano Mexicano) donde señala que ni Enrique Peña Nieto ni Luis Videgaray dimensionan el problema por conflicto de interés y corrupción que traen encima debido a su relación con los empresarios que han recibido millonarios contratos durante sus administraciones, tanto el dueño de Grupo Higa, Juan Armando Hinojosa, como el compadre que le vendió una lujosa mansión en Ixtapa al propio presidente, Roberto San Román Dunne.

El presidente que no entiende que él no entiende“, dice la publicación sobre el político priista en “Bello”, su columna semanal sobre el continente de América.

“Tanto el señor Peña como el señor Videgaray insisten en que no han hecho nada ilegal. No han entendido el punto. En las democracias modernas, a las que México aspira a incorporarse, la clase de arreglos de mutuo beneficio que parece han establecido con el Grupo Higa, son considerados un comportamiento inaceptable”.

The Economist menciona que el país todavía está hirviendo por la respuesta tardía que el gobierno dio al secuestro de los 43 normalistas de Ayotzinapa, ocurrido en septiembre pasado a manos de la policía municipal de Iguala, Guerrero, y al “aparente asesinato” de los jóvenes.

“La investigación del caso parece haberse estancado. La principal medida del señor Peña contra la masacre es una propuesta de enmienda constitucional para abolir las policías municipales. Pero el Congreso no la aprueba, entre otras cosas porque  algunos (cuerpos policiacos en municipios) están menos podridas que las fuerzas federales que tomarían su lugar”.

La publicación dice “en defensa del gobierno” que el Estado de derecho no se puede crear en México de la noche a la mañana, y advierte que “tomará años, quizá décadas, limpiar y fortalecer las policías del país”.

“Pero los críticos creen que Peña evadiendo la tarea más importante: castigar a los corruptos líderes políticos que están coludidos con el crimen organizado. Y el gobierno mismo está en el escándalo”.

La última vergüenza“, dice la revista británica, es el caso reportado esta semana por The Wall Street Journal, que reveló que en 2005 Peña Nieto compró una casa a una pequeña constructora que ha ganado varios contratos durante los gobiernos del priista.

epn.casa.ixtapan

“Esto continúa la revelación de que Luis Videgaray, secretario financiero (Hacienda), compró una casa de 500 mil dólares en un lujoso club de golf gracias a una hipoteca del vendedor de la propiedad, Juan Armando Hinojosa. El empresario ha recibido mucho trabajo del gobierno federal y previamente del Estado de México, cuando Peña era gobernador y Videgaray su secretario de finanzas”.

“Esto confirmó los vínculos cercanos entre la administración federal y Grupo Higa, imperio de negocios del señor Hinojosa. En noviembre el gobierno canceló abruptamente un contrato de 3.7 billones de dólares para un tren de alta velocidad (el México-Querétaro) ganado por un consorcio integrado por Grupo Higa. Días después surgió que el palacio privado del presidente había sido comprado con una gran hipoteca concedida a la primera dama (Angélica Rivera) por el grupo”.

Para ejemplificar que las cosas se pueden hacer bien, el semanario pone en contraste al gobierno de Brasil, que a diferencia del de México, sí está haciendo algo real para combatir la corrupción, dice.

“Si en serio quieren atacar la corrupción y los conflictos de interés, los líderes políticos mexicanos pueden tomar el ejemplo de Brasil”, sugiere la revista.

“Otra cosa que falta es rendición de cuentas. Nadie se ha hecho responsable y renunciado por las fallas de seguridad, el sórdido contrato del tren o los conflictos de interés. Nadie ha vetado a Grupo Higa de los contratos gubernamentales mientras es investigada de manera independiente, aunque fuera sólo para establecer su inocencia”.

El medio británico asegura que “si el gobierno no lo entiende, los mexicanos sí”, y a continuación refiere que “la aprobación de Peña ha caído al 40 por ciento, cerca del punto más bajo en la historia para un presidente mexicano”.

The Economist dice casi para finalizar que el único ganador del “cinismo del presidente” es Andrés Manuel López Obrador, a quien la publicación de Gran Bretaña describe como un “populista mesiánico que casi ha ganado la presidencia en dos ocasiones”.

“México se merece algo mejor”, cierra el texto.

@plumasatomicas

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