Anoche fue el primer concierto de la banda en Londres, después de casi cuatro años de mantenerse intactos, lejos del otro. Dieron un par de warm up shows las semanas anteriores, pero este era un concierto muy esperado, con expectativas altas de parte de todo el público, era para muchos un reencuentro y para otros una palomita en su lista de cosas por ver antes de morir.
Con todo lo que implica Pete Doherty y los hábitos en su vida creíamos que no los volveríamos a ver juntos. Sin embargo los vimos y escuchamos como si hubiera sido hace una semana desde que estuvieron en Reading & Leeds la última vez.
A las 8:30 de la noche vimos un anuncio en las pantallas del British Summer Time, festival inglés tan ecléctico como pocos, del tipo que al otro día de los Libertines tendría cantando en el mismo escenario a los Backstreet Boys; en las pantallas se anunciaban dos conciertos más de Pete y compañía en Londres para septiembre. Significó una gran ovación entre todo el público, esto sólo para continuar con un video que introdujo a la banda, fotos de su carrera, videos, música de fondo. ¡Evocando pura nostalgia para recibirlos con lagrimitas en los ojos! otra vez haciendo muchas expectativas.
Salieron al escenario y abrieron con “Vertigo”, los ingleses se volvieron changos, apenas se siguieron con “Boys in the Band” y John Hassal, el bajista, detuvo todo para decirle al público de enfrente que se calmaran tantito, que estaban chupando tranquilos y estaban apretando a todos, que le bajaran dos rayitas a su intensidad. Le pedían a la gente de un poco más atrás que retrocedieran un poco para que los de adelante pudieran hacerse un poco de espacio. No nos sorprendió a nadie que eso estuviera pasando y sólo teníamos más ganas de que reanudaran la canción, a fin de cuentas no estábamos en la ópera, esos son gajes del oficio, del oficio de un asistente.
Siguió el concierto, y lo único que se respiraba era el clásico ambiente festivalero inglés, muchas cervezas, mates abrazados cantando las letras completitas de cada canción, mujeres hermosas con muy poca ropa porque ‘el calor’. Llegó el momento de “Time for Heroes”. El primer gran momento. Sólo para volver a ser interrumpido por lo intenso que estaba la parte de adelante del festival, muchos desmayados, accidentados y demás, el bajista era quien detenía esto y el único que hablaba, sin embargo no era decisión suya, la producción y organización del festival le pedían con insistentes señas que detuviera todo. Esta vez la pausa se prolongó casi 10 minutos… sí, diez, a la mitad de uno de los mejores momentos. Carl de plano se desesperó entraba y salía del escenario, Pete le valió dos kilos de fish & chips y se puso a nomasear en la tarima, se fue para la batería, empezó a jugar un poco y terminó coreando “Seven Nation Army”, obvio el público le hizo segunda. Los ingleses son rudos y les ponen un canto de guerra. Corriendo fue un miembro del staff a decirle que veía la procesión y no se hincaba, así que se paró y se fue como niño regañado.
Apagaron las pantallas, ni querían que se vieran The Libertines ni la aplastada audiencia. Por fin se reanuda pero ya dos veces había dejado un sabor extraño en la boca. Era un cancionus interruptus, y pocas cosas dan más pa’bajo que eso.
El setlist siguió corriendo y el público dando lo mejor de ellos, guardando las distancias y sin comparar ni tantito la música o las carreras de las bandas, los Libertines en Hyde Park hacía las veces que Caifanes en el Vive Latino. Desde los más chavitos hasta los más rucos cantaban y gritaban todas. Era el lugar y el espacio correcto para hacer todo esto. El orden de las canciones fue un poco extraño, no se sentía tan orgánico, sin embargo ellos tocando allá arriba era más natural que el estanque con patos que tenía el festival al lado. Pete y Carl estaban más enamorados que nunca, amaban su amistad, lo que estaban haciendo juntos y no dejaban de demostrarlo en el escenario, al hacerse relevos de voz y tomar los riffs de guitarra del otro.
Ya para el final, después del encore, regresaron y un gran anuncio había detrás de ellos: Que todos los que estuvieran en las torres de sonido se bajaran inmediatamente. Varios se subieron para tener una mejor vista del escenario, y en ese momento ya con tantas interrupciones los que no estaban completamente borrachos, estábamos un poco incómodos con la situación.
El gran final fue “I Get Along”, y no había más que cantar y sentir el cierre del concierto. Pete y Carl terminaron el show y se despidieron de todos de una manera espectacular, sin guitarras rotas en la tarima, o incrustadas en la batería.
Nos dijo Pete que todos somos Libertines, recordando y pagando tributo a todos aquellos que dieron su vida por la libertad. Recitaron el poema “Suicide in the Trenches” de Siegfried Sassoon, algo realmente inspirador. Salieron del escenario.
A los 5 minutos regresó Pete, pero ya le habían apagado el micrófono, nunca sabremos qué quiso decirnos. Han apelado siempre a la libertad, en el nombre lo llevan, y lo siguen pregonando. La libertad crea límites, y al público se le fue considerar a los demás. Cosa que Pete y Carl tienen muy claro, uno de los conciertos más importantes del 2014 en el mundo. La libertad, y los Libertines.
Setlist:
‘Vertigo’
‘Boys In The Band’
‘The Delaney’
‘Campaign Of Hate’
‘Time For Heroes’
‘Horrorshow’
‘Begging’
‘The Ha Ha Wall’
‘Music When The Lights Go Out’
‘What Katie Did’
‘The Boy Looked At Johnny’
‘Can’t Stand Me Now’
‘Last Post On The Bugle’
‘Love On The Dole’
‘Death On The Stairs’
‘Radio America’
‘Don’t Look Back Into The Sun’
‘Tell The King’
‘Up The Bracket’
‘What A Waster’
‘France’
‘Albion’
‘I Get Along’
Fotos de