Dicen que durante una visita a México, Salvador Dalí dijo que no soportaba estar en un país más surrealista que sus pinturas. Otros dicen que André Breton dijo: “yo no sé a qué he venido, yo no tengo nada que enseñarles, México es el país más surrealista del mundo. Disculpen, hasta luego”. Nuestro país está repleto de historias irrisorias y difíciles de creer. Eso lo sabemos todos. Pero algunos de los episodios que se registran en las holguras de nuestro territorio, de plano, no se pueden asimilar en un solo trago. El domingo 22 de octubre se reportó uno de esos eventos inverosímiles y que parecen como salidos de la ficción. De un sketch de La Hora Pico o alguna otra comedia rascuache.

La historia se desarrolló en la carretera Chiautempan-Apizaco, en Tlaxcala. Un automóvil circulaba por esta vía, cuando un adorno presente en el vehículo alertó a los elementos de la policía municipal: una mano, aparentemente humana, salía de la cajuela (o el portapaje, como algunos le llaman). Las autoridades recibieron el reporte de que  esta escena podría haberse tratado de un secuestro y comenzaron la persecución. En coordinación con la Comisión Estatal de Seguridad y la Procuraduría General de Justicia del Estado de Tlaxcala, los oficiales detuvieron al automóvil Aveo, color gris y con placas de la Ciudad de México, a la altura de San Benito Xaltocan, municipio de Yauhquemehcan.

Al detener al conductor, las autoridades procedieron a realizar una inspección general a la unidad. Prontamente se dieron cuenta de que la supuesta extremidad humana realmente era un adorno para celebrar Halloween y Día de Muertos. Una mano de plástico, pues. De acuerdo con los reportes periodísticos, la policía le reconoció al propietario su derecho a decorar el automóvil de la manera que quisiera, aunque le recomendaron prudencia para no volver a alarmar a la población con una broma semejante. Debido al contexto violento en el que vivimos, lo que antes se podría haber entendido como un chiste inofensivo, ahora tiene este tipo de consecuencias.

Para dimensionar un poco la situación: de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), durante el año pasado, 61.2% de las mujeres sufrieron algún tipo de violencia (emocional, económica, física, sexual o discriminación) en Tlaxcala. Una comparación entre la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2011 y la de 2016, realizada por el portal Lado B, reveló que en Tlaxcala hubo un incremento de 531% en la violencia contra las mujeres en las escuelas. Nuestra realidad es esta. En estos tiempos, un adorno de goma que emerge del fondo de una cajuela, y que no es colocado con mala intención, puede provocar una persecución policiaca.

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