Todos queremos que los vándalos que realizaron destrozos en comercios y espacios públicos el sábado pasado paguen por sus actos. Sin embargo ¿podemos permitir que en su falso afán de entregar cifras y “resultados”, las autoridades terminen encarcelando a personas inocentes?

En marzo del 2011, todos nos conmocionamos al conocer la historia de Toño Zuñiga en Presunto Culpable, un escalofríante documental que nos da (tan sólo)  una pequeña muestra de lo absurdo que puede llegar a ser nuestro sistema penal y judicial. Sólo basta estar en el lugar y momento equivocado para que, a ojos de las instituciones (que en teoría están para velar por nuestras garantías), nos convirtamos en unos peligrosos delincuentes. En este sentido, la justicia mexicana ignora por completo la presunción de inocencia y el artículo 11 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el cuál cito a continuación:

“Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se apruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa”

Sin embargo, por alguna extraña razón, en México pareciera que la cosa es al revés, pues en la gran mayoría de los casos, para las autoridades todos somos culpables hasta que se demuestre lo contrario.

Han pasado ya cinco días de las protestas suscitadas en torno a la toma de protesta de Enrique Peña Nieto. Todos vimos y nos indignamos al ver como algunos aprovecharon la protesta para destrozar comercios y espacios públicos y quiero ser muy enfático en un punto, con el que estoy seguro, muchos estarán de acuerdo: TODOS queremos que los responsables de los destrozos asuman las consecuencias de sus actos. Sin embargo, no podemos permitir que el clamor de “justicia” se convierta en una caza de brujas, donde con tal de dar números y aparentar que hacen su trabajo, las autoridades terminen consignando a personas inocentes.

En una sociedad en donde es muy fácil generalizar, me parece importante partir del punto de que no todos los manifestantes son rijosos y no todos los rijosos son manifestantes.

Conforme pasan los días aparecen más casos de personas inocentes que han sido consignadas por estar en el lugar equivocado, en el momento equivocado. Pero, más preocupante aún son las pruebas que desde hace días circulan en diversas redes sociales, en las que por un lado se demuestra que grupos de choque operaron en coordinación con las fuerzas policiacas para reventar y desvirtuar las manifestaciones.

 Imagen fue difundida por la revista Proceso 

 Imagen publicada en el Periódico Reforma 

Otros videos nos muestran la arbitraria forma en la que la policia detuvo a varios de los consignados en la calle de Filomeno Mata, aunque la versión de las autoridades es que fueron detenidos en Avenida Juárez.

Este video corresponde a la detención de  Carlos Román Chávez, de 25 años de edad, quién como podemos ver, aparece pidiendo a gritos a un grupo de granaderos que liberen a una mujer que acaban de detener. De la nada, un granadero se le acerca por atrás y lo avienta a la formación de policías, donde es encapsulado y detenido. Egresado de la carrera de relaciones internacionales, Carlos Román Chávez, está consignado en el reclusorio, acusado de vandalismo y otros delitos por lo que podría ser sentenciado hasta 30 años de prisión y sin derecho a fianza. 

Las pruebas presentadas para consignar a algunos de estos detenidos, consisten, entre otras cosas, en comentarios hechos por Ciro Goméz-Leyva. Además, una de las inconsistencias que presentan las acusaciones contra los detenidos es que se les señala de causar destrozos a una patrulla en punto de las 12:45 del día, hecho por el que fueron detenidos por granaderos en ese momento, y al mismo tiempo, se les inculpa de estar en un enfrentamiento en Eje 1 Norte a la 1:30 pm, según relata Jesus Robles Maloof.

Otro de los casos que destaca es la detención de Judith Gómez Contreras, de 27 años, quén trabaja en el Cine Tonalá y que también se encontraba en la calle de Filomeno Mata documentando las manifestaciones. Sin embargo, en el pliego de consignación, las autoridades afirman que Judith fue detenida en Avenida Juárez. Por si fuera poco,  ahora es señalada por la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal como una de las “líderes” del grupo que realizó actos vandálicos.

Un caso más es el del fotógrafo rumano Ioan Mircea Topoleanu de 31 años, quién ha publicado miles de fotos de diversas manifestaciones políticas en varias partes del mundo. El sábado se encontraba tomando fotografías de las protestas, mismas que serían publicadas en su país,  cuando fue detenido y posteriormente consignado en el Reclusorio Norte, a pesar de que no contó con un traductor al momento de rendir su declaración en el Ministerio Público. Pasaron más de dos días antes de que  Ioan Mircea Topoleanu pudiera tener contacto alguno con autoridades consulares de su país, traductores o con los abogados contratados por sus familiares.

Así mismo, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos destaca el caso de un bolero de zapatos, quien denunció el robo de su cajón de trabajo para agredir a policias, sin embargo, al acudir a recogerlo, fue detenido.

En fin, si les interesa aquí les dejamos el pliego de consignación y el expediente que se ha abierto en contra de las personas detenidas.

Pliego Completo (2)

Y vuelvo al primer punto de este texto: TODOS queremos justicia, pero justicia significa que paguen los verdaderos culpables, no personas inocentes que estaban manifestándose de manera pacífica o que estaban en el lugar equivocado en el momento equivocado.

La obligación de las autoridades no es encarcelar a decenas de personas, sino esclarecer los hechos y consignar a los verdaderos responsables.

Y aunque parezca un tema de algunos, la realidad es que es un problema de todos.  ¿Qué harían si su primo, hermano, novia o mejor amiga fuera detenida por el simple hecho de manifestarse?    

Una de las preguntas que más se repite en mi cabeza durante los últimos días es ¿a quién le conviene todo el escándalo y sobre todo, el escarnio público en contra de las manifestaciones ocurridas el sábado?

El mensaje es claro: si hubo infiltrados que provocaron disturbios, fue con el fin de restar credibilidad a cualquier tipo de manifestación; si hay detenidos inocentes, es con el fin de hacernos pensar que las autoridades hacen su trabajo, pero también con el fin de intimidarnos y de hacernos pensar dos veces la próxima vez que pretendamos asistir a alguna marcha o movimiento de protesta.

 Si uno de nosotros está preso, todos lo estamos.

Podemos estar  en desacuerdo con los reclamos que se hacían el sábado, pero donde todos debemos estar de acuerdo es que nadie puede ni debe ser perseguido ni consignado por manifestar sus ideas o pensamientos.

Ya lo decía Voltaire, “No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo”.

Amnistía Internacional ha abierto una petición para exigir al gobierno de Enrique Peña Nieto que se respete el derecho de las personas detenidas a la presunción de inocencia, a la defensa, al acceso de sus familias, a recibir atención médica y a la integridad física y mental. Aquí pueden firmarla

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Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

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