Michoacán es uno de los estados de la república en los que se ha recrudecido la violencia que azota gran parte del país: eso es por la mayoría sabido. Lo que sigue sin quedar claro es lo que realmente está pasando en esa entidad.
Diferentes versiones corrieron en los medios de comunicación y redes sociales respecto a las causas que llevaron a los habitantes de diferentes regiones de Michoacán –especialmente Apatzingán- a permanecer enclaustrados en sus hogares. Desde amenazas de bombas, hasta un supuesto toque de queda impuesto por los llamados Caballeros Templarios.
Por ejemplo, en diarios locales se difundió la noticia de que las corridas de autobuses con destino a municipios de Tierra Caliente (Coalcomán, Buenavista y Tepaltepec) fueron suspendidas debido a la circulación de volantes en los que el crimen organizado amenazó con quemar las unidades de transporte de pasajeros y productos. Las autoridades no confirmaron esta información.
Por otra parte, también se corrió la versión de unas supuestas amenazas de bombas dirigidas a las autoridades de una veintena de localidades michoacanas – Zacapu, Apatzingán, Buenavista, Múgica, Tepalcatepec, La Huacana, Jiquilpan, Sahuayo, Villamar, Pajacuarán, entre otras-. Con esto fueron evacuadas oficinas de gobierno, escuelas, comercios.
Y en un hecho un poco más documentado, se informó que las protestas en contra del surgimiento de guardias comunitarias fueron las causantes de que las calles del municipio de Apatzingán lucieran así durante casi todo el día de ayer:
“Como sociedad civil nos vemos obligados a conformar nuestros propios grupos de autodefensa bajo una verdadera concepción comunitaria (…) Estamos cayendo en el peor de los escenarios posibles por la pretensión de grupos paramilitares de imponer su propia concepción del bien ejerciendo su poder sobre los demás disfrazándose de defensas comunitarias”, señaló el “Comandante Tonatiuh”, vocero oficial del naciente Frente Nacional por un Modelo de Seguridad Pública.
El punto de reunión de esta movilización fue al monumento a Lázaro Cárdenas. Los manifestantes controlaron el paso de las personas que pretendían ingresar a Apatzingán, y aunque la situación no se propagó a otros municipios, al menos sí se amagó con bloquear salidas a Villa Jiménez, Zamora y Morelia: “El pueblo no quiere abusos de nadie, quiere trabajo y un Michoacán en paz”, rezaban los volantes emitidos por un grupo denominado Movimiento Ciudadano por la Ciudad del Pueblo, Caminos y Carreteras de Michoacán (sic).
Y por último, el rumor que fue más difundido en las redes sociales, indicando que Los Caballeros Templarios impusieron un toque de queda en Apatzingán, el cual comenzó a partir de las 10 de la mañana de ayer, haciendo que las calles lucieran completamente vacías.
¿La razón? Supuestos enfrentamientos que se llevarían a cabo, nuevamente nada confirmado por las autoridades.
Al parecer este panorama de total incertidumbre se ha vuelto cotidiano para los michoacanos y como puede verse, las autoridades o cualquier figura que pudiera ofrecer algo de certeza brilla por su ausencia… por cierto el gobernador michoacano regresa hasta dentro de 90 días a laborar, así que a él ni le pregunten.
*Vía Proceso, mimorelia.com, provincia.com.mx, La Voz de Michoacán