Un grupo de hombres armados atacó este fin de semana un centro de aislamiento de enfermos de ébola en Monrovia, la capital de Liberia, en África, lo que provocó la huida de al menos 17 pacientes.
En total 29 enfermos de ébola estaban aislados en el centro y seguían tratamientos preliminares antes del ataque, del sábado por la noche, al hospital del barrio West Point, el cual fue a consecuencia del anuncio de las autoridades de poner en cuarentena a todo el barrio, que es considerado como el centro de infección en Liberia.
Liberia acumula 786 casos y 413 muertes por ébola, lo que lo convierte en el país con el mayor índice de mortalidad de África Occidental a causa de esta epidemia.
Tras la huida de estos 17 pacientes, los países vecinos de Liberia han tomado la decisión de cerrar sus fronteras a fin de evitar más contagio, como el gobierno de Camerún.
Mientras que el gobierno de Kenia cerrará “temporalmente”, a partir de mañana, la entrada al país a viajeros de Guinea Conakry, Sierra Leona y Liberia, confirmó el Ministerio de Salud.
“La suspensión excluirá a los profesionales de la salud que apoyan los esfuerzos para contener el brote y los ciudadanos kenianos que vuelvan a casa desde esos tres países”
Por su parte la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió a los países que no están directamente afectados por el brote a evitar la adopción de medidas que puedan obstaculizar los viajes y el comercio internacional.
“Los países no afectados necesitan reforzar la capacidad de detectar y contener de inmediato nuevos casos, evitando medidas que crean interferencias innecesarias con los viajes y el comercio internacional”
En junio, la OMS había señalado que la actual epidemia de Ébola en África es la más grave de la historia por el número de personas infectadas, por la cantidad de muertos y por la manera en que están distribuidos.