Pues ya que de una vez el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa se arme la tregua de Reyes, de la Candelaria, del Día la Bandera, primavera, Día del Niño, Día de las Madres… y así, hasta tener un año entero libre de narco ¿siono raza?
Luego de mandar a misa a las mujeres (para que no las integre el crimen organizado, claro), el polémico obispo de Guerrero, Salvador Rangel, se aventó a presumir que él también está armando sus foros sobre la violencia y seguridad… nomás que con los meros pesados en el tema: los líderes del narco. Anda negociando (otra vez), en resumidas cuentas.
Cuestionado sobre la violencia que impera en Guerrero, Chavita Rangel adelantó que anda en pláticas con tres grupos delictivos que operan en la sierra de la entidad, todo con el objetivo de que la población de la región pase una próxima navidad en paz, sin escuchar balazos o noticias relacionadas con sus violentas actividades.
“A nivel mundial las guerras se paran en Navidad, porque no en Guerrero, que tengamos ese periodo, que es el más hermoso del año, que podamos vivir en paz”, comentó el obispo que se quiere vestir de Santa Claus, durante su participación en el coloquio “Construcción de la Paz en Guerrero”.
En más sobre el asunto de la violencia, Rangel señaló que mientras no se termine con la corrupción del país, poco se podrá hacer para que haya tranquilidad. Pero de verdad… no nomás simulaciones. “Mientras no se termine la corrupción tardará mucho para que llegue la paz en México”.
Hace algunos meses, cuando las precampañas y campañas de cara al 1 de julio estaban en su mero punto, el obispo de Chilpancingo comentó que los narcos le “prometieron no matar políticos y no meterse en las elecciones”. Ehmmmm… bueno, digamos que cumplieron en una de las dos promesas. Ahí ustedes digan en cuál… ¿o de plano, en ninguna?