Uno de nuestros moneros favoritos, el siempre crítico e irreverente Trino, acaba de sacar un nuevo libro para procurarnos unas buenas carcajadas. Se trata de “¡Viva la familia!… Pero bien lejos!”, publicado por Tusquets Editores. Entrevistarlo es un gran pretexto para pasar un rato muy divertido y aquí te contamos cómo estuvo nuestra conversación con él.
El encuentro tuvo lugar en la librería Porrúa de Polanco, tierra en cuyas calles se escucha más inglés que español y de banquetas tan limpias que uno no deja de tener la impresión de andar por un set telenovelero. Cuando llegamos, encontramos al monero desayunando, y después de una espera cortísima, pasamos a la mesa, donde nos recibió con una gran sonrisa absolutamente libre de frijolazo, lo que nos hizo saber que nos encontrábamos frente a un hombre impactante, casi un santo(s).
Después de un cordial saludo, Trino nos contó cómo ha andando del tingo al tango presentando su nuevo libro. “¿Cuántas entrevistas has dado ya?” le preguntamos, “Pues mira, sin temor a equivocarme, esta ha de ser como la 27. ¡Pero está bien! no le hace, al fin y al cabo esto es lo que me gusta y a eso viene uno.”
Nos contó que entre las entrevistas que ha ofrecido, la que tuvo con Brozo fue particularmente difícil, no por las preguntas del payaso mañanero, sino por la actitud de los tuiteros que, en el marco del round entre Laura Bozzo y Carmen Aristegui le llamaron “pinche vendido” entre otras cosas. “¿Y por qué?” le preguntamos, “Porque Brozo trabaja en Televisa. La banda está muy molesta con esa empresa. Pero no por entrar yo a Televisa a dar una entrevista me estoy inclinando ante Azcárraga ni nada de eso. Se pusieron muy rudos. En fin, así pasa…”
Luego de un par de palabras sobre su entrevista con Martha Debayle, y su deliciosa pronunciación de la plabra “tuirer” al puritito estilo gabacho, le preguntamos cómo nació su nuevo libro. “En Tusquets siempre me piden un libro coyuntural. En 2010 fue sobre el bicentenario, en 2011 fue sobre fin del mundo, en 2012 sobre el Santos. Este año parecía no haber nada. Mi mujer, que es terapeuta infantil, me sugirió hacer algo sobre los niños. Ella me contaba muy buenas anécdotas. En principio me convencía, pero le faltaba algo más y entonces dije ‘claro, que sea sobre la familia completa’.”
Las familias de ahora ya no son las de antes, y ambas tienen mucho que sacarles, nos dice. Antes la familia era mucho más convencional y ahora las hay de muchos tipos y de todas se puede hacer buen humor. Trino comienza con su propia familia: su relación con sus hijos y con su pareja. “Un día, por ejemplo, llega mi hijo Chema de la escuela y me dice ‘oye, hoy un niño dijo chingados.‘ Yo le dije que eso no se decía, aunque mi hija me recordó ‘eso es lo que dice el creador del Santos’, ya sabe que soy un guarro. Mi hijo me preguntó entonces si decir chin estaba mal también y le dije que con eso no había problema. Me contestó ‘Ah, ya entendí, entonces lo que no se puede decir es gados‘, ¿cómo ves?. Todo eso es ya un cartón hecho y derecho. Así que comencé a reunir historias, no sólo mías sino de todas las familias de las que me acordaba.”
Un tema muy presente en el libro es el impacto de las nuevas comunicaciones entre las familias. “Las redes sociales han intervenido en el mundo de hoy y a veces parece que perjudican más de lo que ayudan a las parejas. ‘¡Porque le diste un like a esa zorra!’ le pregunta una morra a su novio y truenan… y de eso se entera él porque ahora dice por ahí ‘saliendo de una relación.’ Esas cosas pasan en todos lados, y por eso este es un libro universal que pueden leer en Perú, Argentina o donde tú quieras, y le van a entender. A mí me encantaría que se tradujese al italiano, ya sabes cómo son esos güeyes con la familia y la mamma mía!“ nos cuenta.
Trino saca jugo de todo. Desde los niños cuyas madres pasean con una pechera con correa, “como si fueran viles perros”, hasta las discusiones maritales con el terapeuta, que podrían resultar en consecuencias más bien indeseables. Otro tema recurrente en le libro es el de las traumáticas relaciones padre e hijo. “En muchas relaciones de familia hay formas de control. Todos necesitamos un espacio para nosotros, porque si los parientes están sobre los parientes, las cosas terminan saliendo mal.” Para ejemplo, basta una anécdota que el propio Trino nos cuenta. “A mí me gusta mucho tener buenas sobremesas. Platicar en amistad es de lo mejor que me puede pasar. Pero también es el momento en que las cosas se pueden poner filosas si no hay una buena relación. En una ocasión, platicando con un primo después de comer, me dijo que él iba a votar por Calderón para darle continuidad al PAN. Le dije que yo iba con López Obrador y hasta la fecha no me habla. Yo digo ‘¿por una cosa así, te cae?’ pero ni modo.”
Trino no sólo es monero. Tiene un excelente programa de radio con Jis y es, además, un excelente actor de doblaje… con sus propios guiones leídos sobre el video de las series y películas más inesperadas. Entre ellos destaca su famoso doblaje Viaje al fondo del mar, que te hará agregar una o dos frases a tu vocabulariocon y con el que sacarás una de las más saludables carcajadas de tu vida: garantizado. Trino nos cuenta que es difícil difundir esos doblajes, porque las casas productoras piden que los bajen por derechos de autor. “Yo me pregunto, qué tanto jugo le pueden sacar ya a programas tan viejos como Flash Gordon o Viaje al fondo del mar. Me gustaría decirles que me los pasen para intervenirlos libremente, relanzarlos, e irnos a partes con los porcentajes de ventas. Eso les daría mucho más ganancia por materiales tan viejos y ahora aburridos. Pero no más no me pelan.” Incluso le gustaría desempolvar alguna película mexicana completa doblándola con sus divertidas ocurrencias, pero hasta la fecha no le han soltado ningún derecho. Acá te dejamos Viaje al fondo del mar, que había sido quitado de Youtube, pero que Trino logró recuperar y poner en su página web.
Ya para despedirnos, y por no dejar, le preguntamos cómo veía el ambiente político hoy en día. “Siempre lo he pensado así: los políticos son impresentables. Imagínate un Partido Ecologista con ese Niño Verde tan sui géneris, casi surrealista. Un PRI que lo primero que hace es arrestar a la maestra para luego encargar todos los bienes de la señora a los Salinas de Gortari… como si se hubiese ganado el premio de irse a meditar a un jardín tibetano para después regresar y recibir su dinero ‘guardado’. Yo no creo que los políticos en este país hayan cambiado en los últimos 80 años. Ahora, hasta Fox anda queriendo legalizar la mota y nosotros decimos ‘no digas eso, cabrón, no más es mala publicidad para los marihuanos’ imagínate….” Le pedimos disculpas por terminar la entrevista con un tema tan oscuro como la política, pero nos contesta de forma ingeniosa: “No, no es triste, es real, y por eso hay que aprender a pitorrearse de todo eso. Mi libro es ácido, pero no es amargo. Hay que reírnos”