Un juez de San Francisco no dejó que Donald Trump disfrutara, aunque sea un día, de su triunfo sobre Steve Bannon y echó para abajo -temporalmente- la cancelación del programa que permite que inmigrantes llegados en su infancia a tierra estadounidense puedan permanecer sin temor a ser expulsados: el DACA.
Pese a que desde la Casa Blanca se apuntó que ningún juez de distrito tenía autoridad para actuar sobre una decisión presidencial, el magistrado William Alsup emitió su fallo en atención a pedidos realizados en California para detener la cancelación, mientras en la Corte se decide de qué manera se resuelve el tema. Con esto, los beneficiarios del DACA (más conocidos como “dreamers”) seguirán con protección, no importando la terminación del plazo de seis meses que otorgó el gobierno antes de eliminar el programa que acoge a cerca de 800 mil jóvenes.
La Casa Blanca calificó como “ofensa” el fallo de la Corte para revocar DACA https://t.co/JgBeoyzV6P
— Once Noticias (@OnceNoticiasTV) 10 de enero de 2018
En octubre pasado, Trump anunció que el gobierno de Estados Unidos no recibiría más solicitudes de protección y las consecuencias de la conclusión del DACA (es decir, las deportaciones) comenzarían en marzo de este año. Sin embargo, si los legisladores interesados en proteger a los “dreamers” querían negociar, entonces se mostraría “flexible”. Evidentemente, el presidente proponía un cambio de protección a “dreamers” por financiamiento del muro fronterizo. Con la cancelación de la decisión presidencial, habrá que ver cómo se llevan ahora las negociaciones.
Trump dice que debe ser una “ley de amor” la que remplace al programa DACA, eliminado el año pasado en #EEUU y que beneficiaba a “dreamers”. #enPunto con @DeniseMaerker https://t.co/6w2P6l9ex2 pic.twitter.com/zrPCdufLoN
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“Consideramos que esta decisión es indignante, especialmente a la luz de la exitosa reunión bipartidista del Presidente con los miembros de la Cámara de Representantes y el Senado en la Casa Blanca el mismo día”, señaló la vocera de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, en referencia al ofrecimiento de un “acuerdo de amor” hecho por Trump ayer mismo. Dicho acuerdo establecía protección para los “dreamers” (e incluso para 11 millones de indocumentados), pero no a sus familiares y, sobre todo, implicaba financiamiento para la construcción del muro. “Para asegurarlo [el acuerdo], necesitamos un muro”, urgió el presidente..