Donald Trump, el favorito para la candidatura republicana a la presidencia de los Estados Unidos, volvió al ataque contra los inmigrantes (bueno, cuándo no), pero ahora muestra su lado más humano al comentar sobre su interés en mantener a las familias unidas.
Ayer por la mañana la NBC transmitió una entrevista al sonrojado magnate, esto en el programa Meet the Press, en donde –para que vean que agarra parejo- criticó varias cuestiones… pero nuevamente sacó su mejor material contra los 11 millones de inmigrantes ilegales que hay en su país, para los que ya tiene en mente un plan, en caso de llegar a ser presidente:
“Vamos a mantener las familias unidas, pero tienen que irse”.
Con lo anterior se refiere a quitar de una vez el derecho de ciudadanía por nacimiento, esto porque –según el exótico político- “lo que ellos (los ilegales) hacen es tener bebés. Y de repente, sin saber cómo, el niño ya está aquí”. Así, lo que ocurriría es la deportación de familias enteras y sólo algunos podrían regresar, pero luego de todo un proceso.
“Tenemos un país o no lo tenemos”, señaló tajante.
Esta advertencia no fue hecha nada más porque sí. Efectivamente, Trump ya tiene un plan migratorio el cual intentaría hacer efectivo en caso se sentarse en la grande (la silla). Son tres principios básicos: la construcción de un muro en la frontera México-Estados Unidos, pagado por los mexicanos, esto mediante el cobro de tarifas extras a los nacionales que entren a los EEUU con visas o en coches transfronterizos –particularmente los visados a los “directores ejecutivos y diplomáticos mexicanos”-; el segundo punto es la aplicación rigurosa de las leyes de inmigración y, por último, “que cualquier plan de inmigración debe mejorar los empleos, los salarios y la seguridad para todos los estadounidenses”.
Por otra parte, comentó sobre el acuerdo en materia armamentista que recientemente el gobierno de su país alcanzó con Irán, el cual -dice- puede llevar a un “holocausto nuclear”… pero se vio buena onda al señalar que los iraquíes sí pueden quedarse con “algo” de petróleo de su territorio, pero “deberíamos quitarles dinero para nuestros soldados”.
Más que listo para contender contra quien se le ponga enfrente por la presidencia norteamericana, Trump no tuvo empacho en señalar que sus límites económicos en campaña no existen: está listo para gastar hasta mil millones de dólares… el dinero para él es algo “irrelevante… “Gano 400 millones de dólares al año, ¿cuál es la diferencia?”