Es bastante normal usar estos últimos días del año para pasar la mañana chacoteando en redes sociales, pero Donald Trump llevo esta moderna tradición al límite. El presidente de Estados Unidos lleva todo el rato peleando en Twitter  para conseguir el dinero necesario para construir el muro fronterizo. 

Con su característico espíritu festivo, el buen Donal Trún decidió pasar estas fiestas solito en la Casa Blanca y aprovechó el rato para pedirle a los congresistas —nomás a los Demócratas— que regresaran de sus vacaciones para una reunión.

“Demócratas, regresen de sus vacaciones y dennos los votos necesarios para la seguridad fronteriza, incluido el Muro”, escribía el presidente.

¿Pero qué creen? Los congresistas lo batearon.

Bueno, no lo batearon en el estricto sentido de la palabra… digamos que las plegarias presidenciales cayeron en oídos sordos.

No hay ninguna reunión programada antes del año nuevo y de acuerdo a ABC News no hay ningún progreso y “no hay indicaciones” de que algo pueda suceder antes del 3 de enero. “Todo está completamente detenido y no hay nada en proceso”, explicaba un miembro del equipo presidencial.

Curiosamente, el 3 de enero regresan los congresistas de sus vacaciones y ese mismo día, el Partido Demócrata —los rivales de Trún— tomará el control de la Cámara Baja.

Técnicamente, al presidente de Estados Unidos le quedan dos días para convencer a la minoría demócrata de trabajar en conjunto, si no lo logra, tendrá que buscar la manera de conseguir su Muro cuando sus rivales sean mayoría.

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