Bien dicen que el miedo no anda en burro, o en este caso, ¿podríamos decir que el burro no se anda por las ramas?
Y es que tras las protestas y marchas que generó el triunfo electoral de Donald Trump en diversas ciudades de los Estados Unidos, el gobierno norteamericano ha decidido aumentar las medidas de seguridad para proteger al futuro presidente de la nación.
Así, la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) giró una nueva orden en la que se prohibe sobrevolar el espacio aéreo de la Trump Tower ubicada en la quinta avenida de Nueva York, lugar en donde no sólo viven Donald Trump y la futura primera dama, sino que también ha sido el epicentro de las principales protestas ocurridas en la Gran Manzana.
Tan sólo la noche del Miércoles, más de 5 mil personas bloquearon las inmediaciones de la Torre, lanzando todo tipo de gritos y consignas en contra de Trump.
Con esta medida, se busca evitar cualquier amenaza terrorista que pudiera atentar contra la torre, que hasta hace algunos meses era hasta cierto punto, un atractivo turístico de la ciudad, por lo que a partir del miércoles, ninguna aeronave podrá sobrevolar a menos de dos millas náuticas del edificio, en una medida que se extenderá hasta el próximo 20 de enero, el día en el que Donald Trump asumirá la presidencia de los Estados Unidos y por consiguiente, su mudanza a la Casa Blanca.
Esta no es la primera vez que la Administración Federal de Aviación impone restricciones sobre el espacio aéreo norteamericano, de hecho tras los atentados del 11 de Septiembre, esta medida se ha convertido en la regla para cuidar aquellos sitios en donde se celebran eventos de gran magnitud, como conciertos, premiaciones y eventos deportivos así como a los edificios más representativos de la unión americana.
Al mismo tiempo, el Servicio Secreto ha aumentado las medidas de seguridad en torno al edificio, colocando barricadas de concreto para evitar que los coches circulen frente al edificio en la quinta avenida y desplegando a un cuerpo de agentes de la unidad antiterrorismo de los Estados Unidos que desde ya, resguarda de forma permanente el edificio.
Así que si tienen pensado viajar a Nueva York y pasar a saludar al tio Donald, con la famosa selfie del dedo en las inmediaciones de la Torre Trump, sonrían, seguramente estarán siendo grabados por el Servicio Secreto de Estados Unidos.