Aunque había sido – supuestamente – para hablarle de las bondades del Tratado de Libre Comercio (TLCAN), la visita del primer ministro de Canadá a la Casa Blanca empeoró el ya de por sí oscuro panorama para el acuerdo trilateral… o bueno, quizás sólo a reiterar lo ya sabido. Previo a la cuarta ronda de las renegociaciones del TLCAN, Donald Trump confesó (otra vez) que ya es tiempo de cancelar el pacto comercial que desde 1994 sostienen Estados Unidos, Canadá y México, ya que aparte de ser poco beneficioso para la economía estadounidense, a él eso de los acuerdos multilaterales no le gustan tanto. Lo suyo son las negociaciones bilaterales.

Y, en efecto, así parece. Luego del encuentro con Justin Trudeau, el republicano dejó abierta la posibilidad de continuar haciendo acuerdos… pero nomás con Canadá, ya sin México. Cuestionado por un reportero sobre la posibilidad de sólo negociar con su vecino del norte, en caso de que las mesas de diálogo que se sostienen para mantener al TLCAN fracasen, Trump señaló: “Seguro, absolutamente. Es posible que no podamos llegar a un acuerdo con uno o con otro, pero llegaremos a un acuerdo con uno”.

Variando sólo un poco las respuestas ofrecidas a Forbes, Trump consideró que está a la espera de “poder hacer (al TLCAN) el tipo de cambios que consideran necesarios. Tenemos que proteger a nuestros trabajadores y, para ser justos, el primer ministro quiere proteger también a Canadá y a su gente. Debe ser justo para ambos países”. Ups, pequeño detalle: ya no se mencionó a México.

 

Por su parte, el primer ministro canadiense aseguró que sigue creyendo en la permanencia del  Tratado de Libre Comercio… pero en caso de que esto no suceda, “vamos a seguir trabajando con diligencia para proteger los intereses de Canadá”. Además, quitándole importancia a las declaraciones de Trump, Trudeu señaló que en su país ya están muy conscientes de que el mandatario estadounidense es “imprevisible”. Así que tampoco se toman muy en serio lo que se diga fuera de la mesa de negociación. “Eso es ciertamente algo de lo que estamos al tanto (…) Pero al mismo tiempo, los canadienses esperan que trabajemos con seriedad para alcanzar un buen acuerdo”.

Aunque es buena onda (o al menos tiene cara de) Trudeau sí hizo su pequeña lucha para mantener el TLCAN, pero tampoco se desgastó mucho en eso y veló por sus intereses, al asegurarle a Trump que – a diferencia de los mexicanos – los canadiense no son culpables de la pérdida de empleos en Estados Unidos. “Canadá no es el problema”, agregó Chrystia Freeland, ministra canadiense de Relaciones Exteriores, encargada de representar a su país en la renegociación del Tratado. Pero bueno, para que Trudeau le dé falsas esperanzas al gobierno mexicano, ahora visitará nuestro país. Se espera su reunión con EPN este fin de semana.

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