Los animales parlanchines son lo de hoy. La semana pasada te contamos la historia de Noc, una ballena beluga que fue capaz de imitar la voz humana. Ahora nos encontramos con un elefante que no quiso quedarse atrás y también habla.
Este elefante es llama Koshik, tiene 22 años y vive en un zoológico de Corea del Sur. Desde sus 14 años (2004), este paquidermo encontró la manera de colocar su trompa en la boca y acomodarla de tal forma en la que deja escapar un murmullo cuyo tono es similar al de la voz humana.
De acuerdo a informes de la revista “Current Biology”, actualmente Koshik ya puede emitir cinco palabras que fonéticamente son Annyong, Anja, aniya, nuo y choah. En español significan hola, sentarse, no, acuéstate y bueno.
A veces hace estos sonidos cuando se le indica, otras veces sin estimulo alguno.
“El lenguaje humano tiene dos aspectos importantes, el tono y el timbre. Curiosamente, Koshik es capaz de hacer coincidir ambos. Esto es notable considerando las diferencias anatómicas entre un elefante y un humano”, comentó Angela Stoeger, investigadora y experta en comunicación elefante.
Stoeger mostró varias grabaciones de Koshik a otros coreanos para ver si eran capaces de entender lo que decía. Para su sorpresa, la mayoría de las veces el mensaje se entendió correctamente.
Aquí un video (no intenten comprender lo que dice, tengan en cuenta que habla en coreano).
Koshik: “choah” (bueno)
Entrenador: “choah choah annyong” (bueno bueno hola)
Koshik: “choah” (bueno)
Entrnador: “choah choah annyong” (bueno bueno hola)
Koshik: “choah” (bueno)
Entrenador: “choah choah” (bueno bueno)
Koshik: “choah” (bueno)
Entrenador: “annyong” (hola)
Koshik: “choah” (bueno)
Entrenador: “annyong” (hola)
¡¡¡Choa!!! (a lo mejor quería imitar el ¡Fua!)
¿Lo hará conscientemente o sólo será un proceso repetitivo como el de los cotorros?
Al parecer, este no es el único paquidermo que ha mostrado sus dotes como imitador. Se habla de que algunos elefantes africanos han logrado emular el sonido de los motores de los camiones. Otro elefante de un zoológico de Kazajstán habla en ruso y kazajo ¡ya quisiera Peña Nieto!
Sin embargo, las habilidades de estos otros elefantes nunca fueron investigados científicamente.