Hasta que la FIFA ajuste sus reglamentos y las policías locales dejen de hacerse de la vista gorda, la violencia no cesará. Ahora, un terrible caso se dio en la liga de Argelia.

El día de ayer, el JS Kabylie perdió 2-1 su partido correspondiente a la jornada pero todo eso se vio manchado luego de que se reportará el fallecimiento del goleador del equipo, el camerunés Albert Ebossé Boojongo.

No fue una muerte causada por un infarto o alguna otra enfermedad. Fue la violencia generada en las tribunas la que acabó con la vida de este jugador, quien era la estrella del equipo con 17 goles.

La afición no toleró que su equipo perdiera el partido y comenzó a lanzar cosas a la cancha y uno  de esos misiles fue una pierda que alcanzó la cabeza de Ebossé, quien inmediatamente fue llevado a un hospital en ambulancia.

Sin embargo, eso no fue suficiente. El impacto de la pierda le provocó un traumatismo craneoencefálico, que a su vez, le ocasionó la muerte instantánea en la ambulancia. Albert Ebossé Boojongo tenía 26 años y la mañana de ayer sábado, había sido padre.

Podemos catalogar esto como fenómenos aislados y que en África escasean las medidas de seguridad de los estadios pero una de las premisas de Joseph Blatter es expandir el futbol y todo lo que le rodea a TODOS los rincones del mundo.

Entonces, en vez de preocuparse de su enésima reelección, mejor que le ponga ojos a lo que está sucediendo con la violencia en las tribunas y que establezca medidas ejemplares para castigar a estos seudo aficionados.

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